Donde estén sus palabras, sobran las de los demás.
Don Gabriel, ¡qué fuerza la suya, y que atinada!
Muy bien traida la comparación con la guerra con el francés, con esa división de las élites y esa intuición del pueblo español de saber lo que no quería... aunque tampoco supo o no le supieron decir lo que quería.
Los españoles rechazaron entonces la infamia, pero no supieron deshacerse de los infames de aquí, los que le traicionaron, empezando por la traidora familia real, el futuro rey felón y el padre flojo, tonto y cobardón. Luego, todos los progres de la época, que quisieron injertar a la fuerza lo ajeno podrido sin respetar lo propio sano.
Se defendieron con fuerza moral y fisica, y contraatacaron con fuerza intelectual, como demostró Cadiz, pero no con la suficiente sabiduría.
Entonces supieron rechazar lo malo, pero no prepararon una alternativa; hoy puede que nos falten las dos cosas. Como Vd. dice:
Oigo Patria tu aflicción y escucho el triste concierto
Que forman, tocando a muerto, la Gobierno y Oposición
11M: seguimos queriendo saber. Memoria, Dignidad y Justicia. Un abrazo Don Gabriel.
Es posible, Sr. Moris, que algún día se reactive y se investigue de verdad, todo lo sucedido el 11-M, yo espero verlo pronto, un país no puede seguir adelante con esa mancha tan grande..., quizá los movimientos políticos tan intensos, a los que nos va a llevar la nefasta situación económica que cada vez nos agobia más, lleven al poder a gentes integras y honradas, que sacarán a la luz y ordenarán investigar hasta sus últimas consecuencias, todo lo acontecido el 11-M. Y espero que usted pueda verlo en vida.
¡Enhorabuena Gabriel! Por la combatividad y la determinación. Ojalá estemos a su altura cuando llegue el momento de demostrar a la casta política que los ciudadanos no nos sometemos a la mentira, ni olvidamos, ni vamos a olvidar.
Todo lo que nos acontece como país y como pueblo, es consecuencia de lo que ocurrió el 11M, este golpe de estado es de larga duración y así llevamos 6 años de ruina moral, anímica y económica.
Fué diseñado con tiempo, amplios medios, con apoyo interno y externo y se ejecutó fría, concienzudamente y con diabólica determinación.
Sus autores intelectuales conocían perfectamente a la sociedad española y sabían exactamente su reacción a corto, medio y largo plazo.
Así pues, el golpe del 11M sigue vigente y activo y goza de "buena salud".
A fecha de hoy, sus autores se están encargando de mantenernos asustados con esta catarata de sobresaltos sociales, políticos y económicos, año tras año, día tras día, hora tras hora y telediario tras telediario, manteniéndonos hipnotizados y paralizados, para hacernos olvidar la irrenunciable necesidad de saber la verdad y conocer a los auténticos asesinos.
El lúgubre y ominoso 11 de Marzo sigue aquí y ahora, incrustado en nuestra conciencia colectiva, en cada aborto, en cada asesinato en los institutos, en cada parado, en cada familia que tiene que renunciar a educar a sus hijos a su manera, en cada político corrupto, en cada separatista, en cada hipoteca que se deja de pagar, en el sindicalista insolidario-liberado, en cada etarra, en cada asesinato doméstico, en la enseñanza para la ciudadanía.
Y sobre todo, en cada una de las renuncias vitales que hacemos.
Por tanto, mientras no se dilucide la autoría, seguiremos con el lastre social del 11M y con nuestra alma colectiva, comida por los gusanos de la duda.
En esos trenes, murieron la libertad, la democracia y la Verdad y de momento, en España, mandan la mentira, la obscuridad y la muerte.
Decidamos.