Pues es por que no será usted de otras carnes.
No se preocupe, no es usted raro, ni tiene de qué arrepentirse. La mayoría de las personas un poco más despiertas y fuertes que la media son así, como usted.
Los pocos de estos, los que no tienen conciencia, medran de la forma que usted tan brillantemente ha descrito.
El resto, símplemente, no se llegan a dar cuenta del mundo en el que están, o evitan enterarse. Algunos de estos últimos, si por casualidad les ocurre algo que les pone la realidad por delante, acaban pillando depresiones, grandes tristezas, y cosas de ese estilo.
Don Pedro, Zapatero y la casta política de la que proviene es lo que España necesita vivir, asimilar, digerir... y defecar.
Zapatero es un fiel reflejo de los ciudadanos de este país. No es más ni es menos. No olvide nunca eso. Por ello yo nunca apoyaría un golpe de estado contra alguien elegido libremente, aunque lleve el país al desastre.
Zapatero y su casta política (donde yo incluyo hoy a Rajoy) es una lección a aprender, que tarde o temprano debía aprenderse.
Tómeselo así y respire hondo. No hay Zapatero que cien años dure.
Don Pedro, la gente decente, honrada, fiel y con principios y valores necesitamos levantarnos cada mañana y poner la radio, para escuchar esRadio. Durante el día, cuando podemos nos conectamos a medios como Libertad Digital. Y por la noche ponemos la TDT o esRadio.
¿Acaso lo hacemos porque nos caen bien, por ser muy guapos y enrollados?. No, es porque nos cuentan la verdad, nos la sueltan a la cara, nos guste o no, que luego ya me encargo yo de "zambullirme" en saber si es o no verdad.
El día que se les ocurra doblegarse, pasar por el aro, les dejaré de escuchar, de leer, de enviar por e-mail sus enlaces. Porque yo a eso le llamo traición.
Hace mención a algo que sólo sirve para conseguir productos y servicios, algo que no trajo cuando nació, y no se llevará cuando muera.
Necesito que siga siendo honrado con sus lectores, también gente honrada; que lo siga siendo con su familia y amigos, y sobre todos nosotros, con usted mismo. Y si ahora está "de rodillas", amigo Pedro, toma mi mano, seca los ojos, amigo, y levántate. Porque no estás sólo. Aunque no te halles en la redacción de LD, sino remitiendo otro fantástico artículo o noticia a través de Internet, allí donde estés, no estás sólo.
Nota.- si le sirve de consuelo, Don Pedro, este comentario vale para mí más que todo el oro de Fort Nox. Y es para usted, libre de impuestos. Un abrazo.
Hay que ser honrado solo por llevar la contraria; y luego, si encima logramos añadir argumentos morales y éticos, mejor que mejor.
¿Triste?..sin duda, es lo que hay.
Porque Cristo dice que la verdad nos hace libres.
El que miente es un esclavo y si usted lo que valora más que ninguna otra cosa es su dignidad humana y su libertad, tiene necesariamente que ser consecuente con lo que piensa. En cualquier otro caso, tenga las comodidades que tenga por haberse plegado al poder, se sentirá como un gusano despreciable por haberse traicionado a usted mismo.
Y jamás será feliz.
Le pongo el ejemplo de los mártires cristianos a los que nada de este mundo les hizo renunciar a la verdad, siendo consecuentes hasta la muerte.
Sólo teniendo la serena tranquilidad de servir a la verdad y estar tranquilo en conciencia, se puede ser verdaderamente feliz.
Pedro, amigo, eres honrado porque lo eres. Porque no podrías ser de otra manera. Te sentirías mal mintiendo (y cobrando por ello).
¡Ánimo! Apretar lo dientes y continuar. No queda otra. El "vil metal" no lo es todo y no justifica todo. INTEGRIDAD para no tener que soportarse a uno mismo todas las mañanas, sabiendo lo que uno sabe y callando por seguir cobrando.
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Un saludo de un sevillano (y masón), que te conoció personalmente (hace unos años en la Feria, ¿recuerdas?) y TE ADMIRA por LO QUE VALES y HACES, no por lo que podrías tener siendo un siervo del "gran Poder" (soZiata).
No se desaliente don Pedro.
Esto de ser honrado es "un fin en sí mismo" que a uno sólo le sirve para mantenerse vivo y poder seguir mirándose al espejo, me temo.
Y a los demás nos permite no decaer al ver que todavía sigue usté ahí.
Los que no son honrados viven amargados toda suy vida, por mucho dinero que tengan.