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Ignacio Cosidó

Gobierno secreto

Zapatero, que hizo bandera electoral de la retirada de las tropas españolas de Irak, debería explicar por qué ahora envía a la Guardia Civil a formar a las fuerzas de seguridad de ese país. Quizá se trate de seguir haciendo méritos ante su admirado Obama.

Uno de los mayores déficits democráticos de Zapatero es su falta de transparencia. Todo aquello que puede generar problemas al Gobierno es ocultado de forma sistemática con una cierta complicidad de algunos medios de comunicación que consienten, con cierta naturalidad, la falta de información sobre los asuntos más espinosos. Tampoco ayuda mucho que la oposición reclame explicaciones en el Parlamento. En último extremo, el Gobierno prefiere siempre filtrar esa información a algún medio de comunicación amigo que dar cuenta a una oposición con derecho a réplica.

El último ejemplo de este secretismo ha sido el envío de guardias civiles a Irak para formar a la policía iraquí. El Gobierno informa de forma exhaustiva para el envío de cualquier soldado o policía a cualquier misión de ayuda humanitaria, pero ha ocultado minuciosamente la presencia de la Guardia Civil en Irak. Únicamente a preguntas de la oposición en sede parlamentaria no ha tenido más opción que reconocer este hecho, sin querer aportar sin embargo ningún tipo de información adicional. Ayudar a Irak en su difícil proceso de estabilización y democratización es un objetivo loable que no debería ocultarse, pero Zapatero, que hizo bandera electoral de la retirada de las tropas españolas de Irak, debería explicar por qué ahora envía a la Guardia Civil a formar a las fuerzas de seguridad de ese país. Quizá se trate de seguir haciendo méritos ante su admirado Obama. Pero el Gobierno debería primero informar y después explicar.

Tampoco es asumible que el Gobierno haya ocultado la participación de nuestras Fuerzas Armadas en unas maniobras junto a tropas norteamericanas en el Sahel. Con dos españoles aún secuestrados por terroristas islámicos en ese territorio y con una creciente presencia de Al Qaeda en África no sólo es perfectamente entendible sino aconsejable que el ejército español se adiestre de la mano del Pentágono en operaciones antiterroristas en el área subsahariana. Pero Zapatero deberá explicar también por qué considera ahora necesaria la participación del ejército en la lucha antiterrorista. Hasta ahora consideraba que la utilización de la fuerza militar en esta tarea resultaba siempre contraproducente. Y en todo caso, lo que nunca puede hacer es ocultar el envío de soldados a este tipo de misiones en el exterior, aunque sean de adiestramiento.

Por poner un último ejemplo, contrasta el secretismo de la llegada de presos de Guantánamo a nuestro país con lo que ocurre en otros países europeos. Mientras que en esos países los medios de comunicación han informado puntualmente de la llegada de esos presos a su territorio e incluso se han concedido entrevistas, en nuestro caso el Gobierno los ha escondido como si se tratara de secretos de Estado.

La trasparencia es una de las cualidades que mejor definen a los gobiernos democráticos. Los ciudadanos deben sospechar siempre de un Gobierno que les oculta la verdad. Por eso es esencial de la labor que los medios de comunicación y la oposición debemos hacer porque conocer siempre la verdad y trasmitirla a la opinión pública. Incluso aquella que se nos oculta.  

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