Te entiendo y te animo a seguir escribiendo lo que crees.La juventud tiene un nervio que el socialismo se encargó de liquidar allí donde gobernó.
Irse es huir del problema.
El nuevo allí,que lo tenemos muchos sin dinero y como dice el refrán español <El que tiene arte va por toda parte>, también es huir del problema.
Me quedo ; si han de sonar los trompetas del Apocalipsis ,serán en España para todo el Mundo.
La Izquierda fabrica guerras y los nacionalistas la raza pura.
La Guerra ,como la Cirugía de Urgencia, solo sabemos cuando empieza.
Vaya, David, parece que te estás creando un pequeño club de fans. A mí también me ha gustado mucho el artículo, como casi todos los que escribes.
De todos modos, quiero puntualizar que no es lo mismo irse con un nivel académico y profesional de 1ª división, que irse en plan emigrante de toda la vida.
No intencionadamente voy a ir en sentido contrario a los comentarios aquí colgados.
¿Irse?... ¡No! ¡Quedarse! (o irse temporalmente para decantar lo mejor del extranjero y traerlo aquí, a España). El artículo está bien escrito, pero está impregnado de melancolía, tiene un aire fatalista (a pesar de las últimas palabras) que en el ejercicio político-intelectual regeneracionista sólo conducen al quietismo triste. ¿Es bueno para España que lo mejor de las generaciones activas se vaya del país? ¡No! Las élites con conciencia nacional no pueden abandonar el país, diríase que están ligadas moralmente...creo que es verdad el dicho de que se manifiesta cuánto ama uno algo por lo que está dispuesto a sacrificar por ello.
Pensemos en la élite africana (no la corrupta) que viaja a Europa a estudiar y aprender, que más tarde siente el imperativo de regresar para contribuir en sacar a su país de la pobreza. Están mucho peor que España (mal de muchos...), y sin embargo, muchos conservan esos valores tan africanos -tan humanos: la alegría y la esperanza. Sí, sé que son poquísimos pero ¿qué más da? lo importante es el ejemplo.
España ha estado peor (Invasión francesa, Guerra Civil) y sin embargo, mal que bien, ha ido saliendo adelante con el austero y silencioso esfuerzo de la nación.
Ortega y Gasset dijo, más o menos (cito de memoria): probablemente haya sólo dos cosas a las que el hombre no tiene derecho: a la petulancia y al desánimo.
¡Hagamos, en esto, caso a Ortega!
Me ha gustado mucho leer este articulo igual como leer los comentarios de los lectores. Tuve que abandonar España y espero que tendra los recursos para volver pronto, es un pais grande y un gran pais.
No es lo mismo irse a emprender una nueva vida, de joven (o menor de 50 años) , a irse con mas de 50 años... a una jubillacion obligada. No es lo mismo irse a una nacion similar, que a otra de distinto idioma. NO es lo mismo irse solo, que con la pareja. O con la familia. No es lo mismo irse pobre que con posibles. Por mi edad, he conocido la epoca de los veraneos de dos-tres meses. Integrado en ese pueblo donde veraneas (con media familia, a turnos). Tomado el exilio como unas "largas vacaciones" , resulta facil. Incluso puede ser una plena vida con periodos vacaciones de regreso al "origen" , a una España a la que ya no perteneces, de la que has liberado. Uno es de donde hizo el bachiller. Pero su patria es donde se gana la vida, donde se realiza plenamente.
Me ha conmovido profundamente tanto el artículo como el comentario de juanvic.
Mi hija se ha tenido que ir fuera de España a trabajar después de terminar la carrera visto que aquí no era fácil salir de becaria a 300 euros las 8 horas, y está haciendo su vida fuera, preparando oposiciones en Francia, otra persona fuera, ¿cuántas van?, y los que nos quedamos somos demasiado viejos para irnos, lo malo es que vemos como se van, como se van a ir el resto de mis hijos, haciendo planes para el futuro.
Dios quiera que tenga dinero para pagar los vuelos a verlos.
No podría estar más de acuerdo con David y juanvic. Me identifico completamente con lo escrito por ambos.
Estudié mi carrera, y la rematé con un Máster, en EEUU. Hice un doctorado en Inglaterra y en Enero de 2006 volví a España habiendo encontrado un trabajo. Pensaba que me iría bien, que podría desarrollar todo lo aprendido, tanto profesionalmente como a nivel personal. ¡Qué equivocado estaba!
Después de 4 años y 9 meses, pasando por dos empresas fuertes a nivel internacional en mi profesión, y no haber podido desarrollar ni todo lo aprendido en EEUU e Inglaterra, ni lo que se me había dicho al comenzar en ambos puestos de trabajo, hice uso de esta gran herramienta que es Internet y encontré un buen puesto de trabajo en ... Inglaterra. Llevo 5 meses y no me puedo quejar, estoy haciendo lo que se me dijo que iba a hacer y se me respeta como profesional y como persona.
Mi decisión la llevaba meditando varios meses, no podía entender como nadie quería aprovechar todo lo que podía brindar. Quedaba muy bien en el perfil de la empresa tener a gente con mi bagaje, pero pagando por los trabajos tan insignificantes que se realizaban.
Todos los que hemos salido de España, ya sea para estudiar y/o trabajar, nunca nos sentiremos a gusto en nuestra Gran Nación. No veo en el horizonte cercano la posibilidad de poder aportar a nuestro país todo lo que deseamos aportar para que vuelva a ser grande. Si no es por la pillería española, es por el estado tan depravado en el que se encuentran los valores morales y patrióticos que no hace mucho nos hacían sentir orgullosos de ser españoles.
Tengo 32 años, me caso en Octubre con una mujer maravillosa que me ha apoyado en mi decisión desde el primer momento y no veo a mis hijos estudiando en España.
Siempre tendremos los vuelos de "bajo coste" desde Luton y Stansted ;-)
Besos y abrazos
Hace diez años que me fui de mi tierra, puse rumbo a Menorca y me quedé cinco años sin salir de la isla. En los cinco siguientes habré salido dos o tres veces más.
No hablo ni papa de catalán, y me cuesta entenderlo. Muchos me han dicho que nunca me integraré, y aciertan: en una sociedad bilingüe hay que ser bilingüe para socializarse. Siempre les contesto que yo me quedé aquí para desintegrarme. Vivo feliz, o al menos sin desdicha, en esta absoluta desintegración. Vivo la isla como la viví recién llegado. Vivo como dentro de una postal.
Me gusta este exilio interior. Temo que un exilio a otro país me resultara angustioso. La lengua lo es todo: el orden de las palabras, el sonido, el significado y el alcance que tienen. A mí ya no me queda más patria que esa, y por eso cogí el vicio de escribir, aunque sea en un cuadrito tan modesto como este.
Buen artículo el suyo. Saludos
Bellíssimo artículo. Pero yo, que ya estoy jubilada y ya no puedo hacerlo, recomiendo encarecidamente a todo joven que salga de nuestro país, si halla una oportunidad (¡las hay!). Hace tiempo que esta nuestra querida España, donde toda immoralidad tiene su asiento, se ha hecho irrespirable; eso es nocivo para la salud mental de quien ve que las cosas no pueden ser así.
Salir , o emigrar, no es tan duro como en otros tiempos. Los jóvenes verán el funcionamiento de otras sociedades, sus valores, su idiosincracia, y qué es un Estado de Derecho , cómo funciona una Democracia.
Ya no hay distancias, ni problemas con las lenguas maternas, que nunca se pierden. Gracias a internet no nos alejamos tanto ; tenemos el mundo en una pantalla (infinidad de emisoras de radio, de periódicos papel y on line a mano cada minuto).
La juventud debe aprender la diferencia entre un país de pandereta aplastado por un poder omnímodo y sin escrúpulos, y un país medianamente serio. Luego, que vuelvan y empleen su energía y sus conocimientos en dar la vuelta como un calcetín a nuestro desgraciado país.
Hay unos pocos españoles generosos, valientes, inteligentes, que están intentando levantar esta losa que nos aplasta. Hay que ver cómo les va y como se la juegan cada día. ¿No hay más como ellos? ¿dónde están?
Entiendo a los que se van y alos que dicen que hay que quedarse
En otra crisis igual, en el 92, yo pude irme, pero decidí quedarme porque sabía que no volvería.
Ahora me lo vuelvo a plantear, pero para mí pasó el tiempo.
Si nos dejan seguir adelante, seguiremos. Pero que nos dejen. Somos mejores que los que nos gobiernan.
Ahora tengo una pequeña empresa, con un 30% de la facturación que depende del extranjero. ¿Qué me digo cada mañana?. A currar, que hay que levantar el país.
Como yo, muchos nos levantamos cada mañana para levantar el país. No dejemos que nos lo tumben.
Y los que se van, que nos transmitan sus experiencias. Sus visiones. Sabremos realizarlas.
Somos todos. Somos juntos. Somos siempre.