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Volvamos a la dieta paleolítica

Lo alto en carbohidratos y bajo en grasas ha sido y es más que políticamente correcto. Es el pensamiento único en salud y nutrición. Posiblemente por ello, muchos de los seguidores de las dietas restringidas en carbohidratos seamos liberales.

jlh dijo el día 19 de Abril de 2010 a las 12:19:

Adolfo, estoy totalmente de acuerdo contigo en que la dieta que nos proponen, y también el tipo de ejercicio que nos proponen han demostrado sobradamente su ineficacia. Yo he corrido y he hecho spininng de forma continuada (de 3 a 5 veces al día), y he comido más pasta y arroz que proteínas y grasa, y no he adelgazado nada. Y sólo hay que ir a una clase de spininng, y fijarse en los habituales, para ver que ahí nadie está como se supone que debería estar si el spininng y las dietas bajas en grasa adelgazasen (excepto los que consumen los insanos suplementos que venden en las tiendas de productos químicos para entrenar).

Pero en enero os descubría a ti y a, y Al Sears (que además de coincidir contigo en sobre alimentación ha hecho un sistema de entrenamiento revolucionario y tremendamente efectivo) y he bajado más de 10 cm de cintura, y he cogido más de 2 kg de peso (que son de músculo, obviamente, porque grasa tengo menos cada vez).

He dejado de comer barritas de muesli, azúcar, pasta y arroz, PERO TENGO UN PROBLEMA: si no como algo de hidratos de carbono compuestos o glucémicos (creo que se llaman así), no se me quita la sensación de hambre. Por ejemplo, por la mañana y a media tarde tomo 4 ó 6 galletas (María o Chiquilín), y en la comida tengo que tomar pan, porque si no, no se me quita la sensación de hambre. Y si pruebo a comer sólo fruta, que son hidratos, pero más sanos, por lo que dices, tampoco se me quita el hambre (es más, me da más hambre). ¿Qué te parece? ¿Es normal? ¿Sigo así, o me sugieres que tome algo alternativo?

Muchas gracias, y un saludo.

AdolfoDL dijo el día 16 de Abril de 2010 a las 17:17:

punt, quiero entender tu particular deducción pero simplemente los datos actuales contradicen la misma. La diabetes tipo II, que se suele llamar diabetes adulta ya que es una enfermedad degenerativa que siempre ha tenido lugar esencialmente en personas de probablemente más de unos 30-35 años, se está produciendo en los últimos lustros en niños, algo insólito antes. La obesidad infantil es evidente que existe también en tasas crecientes, solo hace falta leer los titulares de secciones de salud como las de LD o cualquier periódico. Esto por no hablar de otro tipo de enfermedades o problemas diversos como la hiperactividad infantil o incluso el autismo, que pueden combatirse y en muchos casos revertirse con una nutrición adecuada. Decir que sólo los adultos o personas mayores deben preocuparse por la dieta es muy peligroso. Y al fin y al cabo tu salud de anciano estará determinada en importante medida por tus hábitos alimenticios de joven. Tu cuerpo tiene un recordatorio para bien y para mal.

punt dijo el día 16 de Abril de 2010 a las 16:25:

"Todos deberíamos estar de acuerdo en una conclusión de los autores: los consejos nutricionales habituales no están funcionando".

Supongo que me perdonará, pero no estoy del todo de acuerdo con esta afirmación, ya que se trata de consejos nutricionales que "no están funcionando" con gente que no suele ser "joven".

Permítame primero matizar a qué llamo yo "joven": el ser humano, paleolítico incluido, siempre ha tenido una esperanza media de vida de unos 35 años (lo cual sólo ha cambiado en el último siglo). Es entre otras cosas por eso que no considero "joven" a cualquiera que haya sobrepasado esa misma edad (como mucho serán "adultos bien conservados"). Así, considero que alguien es "joven" hasta la treintena o poco más.

Dado que la esperanza de vida siempre ha sido de 35 años, veo lógico pensar que nuestro metabolismo esté adaptado para funcionar correctamente durante ese tiempo y no durante tres veces más, que es la actual esperanza de vida (de hecho, se suele producir un importante cambio metabólico sobre la treintena, ralentizándose notablemente y catapultando a muchos hacia la obesidad, en ese clásico "antes me comía el doble que esto y no engordaba ni un gramo").

Por decirlo de alguna manera, el cuerpo humano está "garantizado" durante treinta años y a partir de esa edad es cuando sobrevienen muchos de los achaques que normalmente pensamos que se deben a "no cuidarnos" (como son las "enfermedades degenerativas como la arterioesclerosis que subyace típicamente en la enfermedad coronaria e infarto cerebral, diversas formas de cáncer, obesidad o diabetes tipo II", que cita en su artículo, y que son sobre los que versan los "consejos nutricionales que no están funcionando"). Ya que los problemas sobrevienen pasada la "garantía"... ¿Seguro que el problema está en unos consejos nutricionales inadecuados o más bien en un metabolismo que opera más allá de sus "especificaciones"?

De ahí que la afirmación: "Es difícil refutar la afirmación de que si las poblaciones modernas volvieran a un estado cazador-recolector, la obesidad y la diabetes no serían las amenazas de salud pública que hoy son", sólo la puedo admitir como cierta porque se moriría mucho antes por una caries, por una herida mal cicatrizada o simplemente de inanición por la gran escasez de alimentos (hay que jugar limpio: si revertimos al estado paleolítico, hay que hacer lo mismo con la sanidad, la tecnología y, por ende, la esperanza de vida).

Espero que comprenda que con esto no pretendo oponerme a las dietas sanas (yo mismo tendré que meterme en vereda un día de estos, para lo cual me parecen interesantísimos sus artículos), pero creo que idealizar la dieta paleolítica sacándola de su contexto puede ser ciertamente aventurado si olvidamos contemplar cuestiones fundamentales como es, creo, esta de la esperanza media de vida a la que indudablemente se ajusta nuestro metabolismo.

Un saludo.