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José Carlos Rodríguez

Nuestra derecha

La de Rajoy es una apuesta arriesgada, vive Dios, porque corren en riesgo de que no sepamos quiénes son o qué quieren hacer si ganan las elecciones. Y porque el PSOE tiene una probada capacidad para darle la vuelta a la situación en el último momento

Gorge Edwards habla para La Gaceta en una entrevista con muchas claves. Habla de su país de nacimiento, Chile, y también de su nuevo país, España, del que es ciudadano desde el pasado día 12. En un momento habla sobre la derecha chilena como "moderna, liberal, tecnocrática", y que quiere mantener ciertos niveles de "protección social". Y cuando busca referencias para Sebastián Piñera en las derechas de otros países, añade que puede estar cerca de Sarkozy, que "Cameron y esa derecha inglesa pueden ser un espejo", pero que "se siente más identificado con la derecha española que puede volver al país". Lo cual es sorprendente, porque ¿qué derecha es ésta?

Mariano Rajoy, después de la derrota de 2008, se desembarazó primero del discurso más ideológico, dejó caer a las personas que más se podían identificar con él y con José María Aznar, y declaró su "independencia" respecto de ciertos medios de comunicación, y se puso a hacer números: con la economía y con las encuestas. A medida que los primeros números nos van mal, a ellos, los segundos les van bien. Es una apuesta arriesgada, vive Dios, porque corren en riesgo de que no sepamos quiénes son o qué quieren hacer si ganan las elecciones. Y porque el PSOE tiene una probada capacidad para darle la vuelta a la situación en el último momento. Querer ganar las elecciones sólo porque están ahí da una medida de lo pobre que es el partido mayoritario, único en realidad, en el centro derecha español.

Por eso no sale bien parado si lo comparamos, por ejemplo, con Nicolas Sarkozy. No es que sea santo de mi devoción, pero al menos tiene ideas, y de hecho Mariano Rajoy, cuando todavía no enrojecía de alergia ante las ideas, acabó adoptando alguna proveniente del francés. David Cameron, que llegó al liderazgo de los tories con un discurso anegado de socialdemocracia, se ha hecho cada vez más liberal y, en cualquier caso, es más transparente sobre lo que quiere hacer cuando llegue al 10 de Downing Street, si llega el caso. Y, por lo que se refiere a Piñera, se ha rodeado de personas de valía, y con un perfil puramente profesional. Y llega cargado con un programa de reformas, en un país que es ya modelo de muchos por la calidad de sus políticas públicas. ¿Cuál es la referencia de nuestra derecha, si no lo es ya ni el Gobierno de José María Aznar?

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