Creo recordar que G. Bush (hijo) accedió a la presidencia como abanderado del aislacionismo de EEUU, con una opinión harta de intervenir en los follones europeos (Yugoslavia) y africanos (Somalia y el Blackhawck derribado), y que solamente los avionazos del World Trade Center obligaron a un cambio de esta línea.
En efecto, Cazalobo, así es. Para empezar, la tradición republicana en política exterior es esa, y la entrada en las dos guerras mundiales, en la guerra de Corea, en la guerra del Vietnam y en Serbia-Kosovo, fue cosa de presidentes del partido demócrata. Las guerras son un arma de doble filo, porque si bien pueden servir para derrotar o contener el totalitarismo y otras formas de tiranía criminal, también sirven para acrecentar el poder del Estado ("government", como dicen allí). No son pocos los americanos que piensan que Bush traicionó los valores conservadores, por ese motivo.
A raíz de los acontecimientos del 11-S, empezaron a tener más voz los llamados "neocon", que sí son partidarios de intervenir en el exterior para extender o proteger la democracia. En realidad, lo que hicieron los "neocon", a mi juicio, fue tomar el lugar que históricamente habían ocupado los demócratas tipo Truman.