El terrorismo no sólo es la mayor amenaza de nuestras sociedades: es la mayor amenaza tradicional para España. De ahí el carácter sensible del Ministerio del Interior, que se debe caracterizar por la transparencia pública. Pero Rubalcaba se ha perdido ambas lecciones, y en lo relativo al 11-M, al caso Faisán y al caso de los presos de Guantánamo, ha decidido darle la espalda a la sociedad española: en todo ello, Rubalcaba no sabe/no contesta.
En cuanto al 11-M, Rubalcaba no sabe/no contesta. Él, que el 13-M salió denunciando las mentiras del Gobierno, ha envuelto todo lo relativo al macroatentado en un manto de silencio que no ha existido ni en el 11-S neoyorquino ni en el 7-J londinense, donde conocemos detalles concretos de los atentados. Aquí no. Tan pronto como los socialistas llegaron al poder, se hizo la oscuridad. Y tan pronto como llegó Rubalcaba, la pasividad ha pasado a ser actividad constante para evitar cualquier avance en la investigación. Si le ocupa o le preocupa qué pasó exactamente el 11-M, no lo sabemos, ni en qué dirección. Lo que sabemos es que de todo este asunto, y de las noticias que se van conociendo a cuentagotas, Rubalcaba NS/NC.
Lo que sí le preocupa es lo relativo al caso Faisán, donde incluso ETA le señala con el dedo directamente a él: según sabemos por las grabaciones de 2006, los etarras se muestran exultantes por su nombramiento, afirman que ha sido consensuado con los terroristas y lo denominan "blando". En otros países no dejaría de dar explicaciones –probablemente ante el juez, pero esa es otra cuestión–, pero aquí no. De las actividades de sus subordinados, NS/NC. De lo que se va conociendo que hicieron éstos, Rubalcaba NS/NC. Alfredo "el blando" se limita al "eso son calumnias e insidias", lo que habitualmente en política no augura nada bueno, y que muestra la pérdida de capacidad de maniobra del ministro. Así que respecto al mayor escándalo de la historia del actual Ministerio del Interior, Rubalcaba NS/NC.
En cuanto a los terroristas de Guantánamo, lo poco que ha explicado Rubalcaba es de lo más preocupante. ¿En qué piensa el ministro? Si hemos de hacer caso a lo que Rubalcaba, Zapatero y el resto del PSOE han dicho de Guantánamo en los últimos años, deben dejar sueltos a los terroristas de Guantánamo, que están mentalizados, preparados y entrenados para la yihad...y hacerse cargo de las consecuencias de ello, que pueden ir desde la propaganda terrorista hasta la dinamización de células alqaedistas en España o la comisión de atentados. Ya que Rubalcaba NS/NC, se lo recordamos: de cualquier acto terrorista que cometan estos y que pongan en riesgo la seguridad de los españoles, el responsable será el ministro del Interior, que es quien los ha traído, aceptado y soltado en nuestro país.
Pero Rubalcaba ha dejado entrever que estarán controlados. Si les da el permiso de residencia se supone que serán libres, y entonces será ilegal que los controle sin permiso judicial, ¿va a hacerlo? ¿Por qué, exactamente? ¿No habíamos quedado que venían sólo a "rehacer su vida"? Si no son peligrosos, no hay por qué controlarlos; si lo son –que lo son– debería buscarse el mecanismo para enchironarlos cuanto antes, o no aceptárselos a Obama. Pero Rubalcaba ha optado por las dos cosas y jugar a la ruleta rusa con los terroristas: dejarles venir irresponsablemente e intentar controlarlos de manera ilegal e ilegítima. Ahora, de esto, Rubalcaba tampoco: NS/NC
Agujeros negros del 11-M, ETA, terroristas islamistas de Guantánamo. Cada uno de estos asuntos constituye de por sí una agenda fundamental para el ministerio de Interior, delicadas y que causan alarma en la opinión pública. Pero Rubalcaba se esconde, guarda silencio, se encoje de hombros y se enfada un montón cuando se le pregunta por cualquiera de esas cosas. Con él, el ministerio se ha convertido en un sarcófago oscuro, del que no se sabe nada, y lo que se sabe, es a su pesar. Según denuncia el PP, en esta legislatura Rubalcaba sólo ha pasado a informar por la Comisión de Interior cuatro veces, siempre a petición propia, y nunca de la oposición. No sólo eso: desde marzo del año pasado, Rubalcaba no se ha dignado a comparecer en su Comisión: tiene ya 76 preguntas orales pendientes. Tiene 36 proposiciones no de ley pendientes de debatir, y no ha contestado ni una sola de las preguntas que se le han planteado, que son más de treinta. En lo relativo a la transparencia, Rubalcaba parece más un ministro franquista que uno constitucional. A algunos, como a Chacón, parece haberles dado el consejo: "haz como yo, que no sé y no contesto".