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Francisco José Alcaraz

La fagocitación de EA

Espero que los dirigentes de EA no sean ingenuos y no caigan en la trampa de ETA: sería un craso error por su parte, ya que creo que la banda terrorista terminaría fagocitándolos.

La estrategia que está intentando plantear el brazo político de los terroristas de la extrema izquierda separatista, ETA, es de nuevo una amenaza continuada para quienes rechazamos la legitimación política de los terroristas. Y yo tendría esperanzas de que esta estrategia no resultase si el Gobierno de Zapatero hubiese expulsado a ANV de las instituciones; una actitud del Gobierno que no se puede justificar por mucha buena voluntad y empeño que ponga en convencernos, pues el hecho es que a día de hoy todavía ANV sigue sentada en las instituciones. Se podría decir que nada ha cambiado desde aquel noviembre de 2007, cuando asociaciones de víctimas y movimientos cívicos y partidos de la oposición nos manifestábamos en Madrid para pedir que ANV fuera expulsada de las instituciones, pero no es así, y máxime cuando hoy tenemos además de una sentencia del Supremo que da la razón a quienes nos manifestábamos y que deja en evidencia al Gobierno socialista, la declaración del Tribunal de Estrasburgo incluyendo a Batasuna dentro de las asociaciones terroristas.

La continuidad de ETA en las instituciones es muy grave, pero aún lo es más cuando esta estrategia no es un nuevo paso aislado, sino que forma parte de una hoja de ruta con un final aún mas preocupante. Esta estrategia la he denunciado desde hace seis años en conferencias y puntualmente en algún artículo. Simplificando los argumentos, podría decirse que ETA llevará a cabo una muy calculada división de la organización para poder seguir adelante con su proyecto separatista.

Hay un sector muy importante en número de miembros de ETA que ya está totalmente amortizado: hablamos de los más de 800 presos de ETA que junto a sus familiares y a los representantes políticos que tiene la banda estarían sin esperanzas si no hubiese una estrategia que les permita tener como objetivo un acuerdo que facilite el acercamiento y excarcelación progresiva (y este es el grupo que se denominaría como una ETA "buena" y que estaría integrada por los presos que supuestamente renunciasen a la banda o generasen discrepancia con la continuidad de la violencia terrorista, disfrazando un cambio político que permitiría justificar la continuidad de ETA en las instituciones). Todo este gran grupo, como digo, está amortizado para la banda terrorista y es más útil para ella enmarcarlo dentro de esta estrategia. Es por esto –y a raíz de las noticias que se avanzan en los medios de comunicación y que manifiestan que el partido EA confía en Batasuna al decir que puede haber una paralización de la violencia– por lo que la "ETA buena", al no poder presentarse a las elecciones, haya buscado como posible partido para hacerlo a EA. Espero que los dirigentes de esta formación no sean ingenuos y no caigan en la trampa: sería un craso error por su parte, ya que creo que ETA terminaría fagocitando a EA, pues muchos de los "miembros amortizados" de la banda se afiliarían a EA con el fin de presentarse en las próximas elecciones; de la misma manera espero que el Gobierno no caiga también en la trampa, aunque esto es más difícil, puesto que si este plan se llevara a cabo, se haría con el permiso del Gobierno y el Sr. Rodríguez Zapatero se presentaría ante el electorado como el artífice de la "derrota" de ETA.

Por otro lado, seguiría la ETA mala, una ETA asesina que sería la que tutelase los acuerdos adoptados y garantizara el cumplimiento de los acuerdos negociados. Tan sólo hay que leer las explicaciones que da el Ministerio de Interior para justificar el masivo acercamiento de presos y las constantes excarcelaciones, evidenciando el apoyo a esa estrategia.

Sé lo difícil que puede resultar para muchos creer que a pesar de lo acontecido con el mal llamado proceso de paz, aún se pueda apoyar esta estrategia maquiavélica, pero no estaría mal recordar cómo desde el año 2004 denuncié por activa y pasiva el proceso de negociación con ETA, siendo objeto de todo tipo de críticas y ataques, no sólo del Gobierno de Zapatero y de sus medios afines, sino incluso desde la dirección de asociaciones de víctimas del terrorismo creadas y proyectadas con el beneplácito de Peces Barba para deslegitimar mis denuncias.

Mucho me temo que la historia se repita, porque en España hemos consentido y estamos consintiendo que las "X" sigan siendo una incógnita.

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