Juntos y revueltos, los partícipes de esa sociedad de gananciales lucen desnuda su obscena, clamorosa mediocridad; separados, en cambio, aún pueden pescar en casi todos los caladeros del imaginario catalanista.
berkelio dijo el día 15 de Febrero de 2010 a las 08:48:
Las personas no cambian. Los cambios sociales no se deben a que las personas cambien, sino a que se renuevan: algunos emergen, otros se retiran. Normalmente la renovación es gradual, pero en Cataluña estamos en vísperas de una renovación masiva. Los actuales políticos están totalmente desacreditados, y ya han surgido numerosos candidatos a sustituirlos. En mi opinión, el más destacado y el que tiene más posibilidades de triunfo es Joan Laporta. No sólo puede ganar las elecciones; además, puede ser un magnífico gobernante. Si ha hecho triunfar al Barça, ¿por qué no hará lo mismo con Cataluña, que, al fin y al cabo, ha involucionado hasta convertirse en poco más que una "peña culé"?
Las personas no cambian. Los cambios sociales no se deben a que las personas cambien, sino a que se renuevan: algunos emergen, otros se retiran. Normalmente la renovación es gradual, pero en Cataluña estamos en vísperas de una renovación masiva. Los actuales políticos están totalmente desacreditados, y ya han surgido numerosos candidatos a sustituirlos. En mi opinión, el más destacado y el que tiene más posibilidades de triunfo es Joan Laporta. No sólo puede ganar las elecciones; además, puede ser un magnífico gobernante. Si ha hecho triunfar al Barça, ¿por qué no hará lo mismo con Cataluña, que, al fin y al cabo, ha involucionado hasta convertirse en poco más que una "peña culé"?