He leído el comentario de uno de los lectores llamdao Berkelio, y lo que dice lo suscribo totalmente. Mientras que los catalanes de primera generación como yo, que sus padres no son catalanes, no reivindiquen sus orígenes y no los escondan para no sentirse inferiores a los "puro" catalanes, lo tenemos mal y cada vez peor aquí en Cataluña. Soy catalana, pero nunca renegaré de mis orígenes, murcianos y manchegos, porque sería renegar de mis padres.
Maite, completamente de acuerdo en que se pueda hablar en catalán en el senado. ¿Dónde hay que firmar?. Espero, eso sí, de la inteligencia de los senadores el siguiente razonamiento: "si este pueblerino no se esfuerza en que entendamos su mensaje, no merece la más mínima preocupación por nuestra parte". Y así, tal vez, algún día los catalanes normales dejarán de apoyar a estos resentidos pobres diablos que tanto daño están haciendo a la región catalana al mostrar su ridícula faceta terruñera
Pues oye, Maite: me parece que en vez de aplicar el artículo 3 , en el Pati dels Tarongers aplican otro artículo, "l'article 26":
"Diu l'article vint-i-sis,
que en un cas de compromís,
el Califa pot si cal,
refregar-se l'engonal
i passar-se pels "dellonses"
totes les lleis del país".
Y así nos va...
Estimada doña Maite:
Siento desilusionarla (es pura ironía, ya sé que no está usted nada ilusionada), pero no veo yo a Muntille poniendo un cine, como tampoco le veo llevando a sus hijos a un colegio público para que les 'sumerjan' en el catalanismo, ni predicando con el ejemplo de hacer públicos sus ingresos ni los de su señora esposa.
Éstos son como el famoso capitán Araña, que cuando arengaba a sus muchachos parecía que iba a ir él en primera línea de combate, pero llegado el momento de embarcar hacia Cuba, les despedía desde la explanada del puerto y se excusaba de embarcar él también, pues tenía que seguir reclutando valientes para el matadero de las Antillas.
Son dignos herederos de aquellos 'ilustres republicanos' que clamaban: "¡Justicia!", pero no la querían para ellos mismos, y por ello les respondía la gente: "Sí, pero no por mi casa".
Los de CiU han prohibido el español en el Parlamento de Cataluña, pero quieren se se hable en catalán en el Parlamento de España. Es obvio que se han cansado de ser bilingües y quieren dejar de serlo, a la vez que los demás españoles lo empiecen a ser (bilingües catalanes, se entiende). Sospecho que a éstos no les atraerá la idea. Si realmente es tan bueno ser bilingüe, no se entiende por qué los catalanes -que hasta ahora lo eran- ya no quieren seguir siéndolo.
Cataluña es hoy, políticamente, monolingüe catalana. Ya sé que más de la mitad de la población es castellanohablante, pero esta parte de la población ha optado, por los motivos que sea, por asumirse a sí misma como extranjera. Tienen complejo de forasteros papanatas y su comportamiento público refleja las inhibiciones caracterísitcas de esa situación: abstenerse de toda participación en la vida pública, salvo cuando se ha obtenido la palmadita en el lomo de los locales (caso de Montilla y demás charnegos agradecidos). Cataluña está ya separada de España, en el ánimo de los catalanes autóctonos -que no se sienten españoles y quieren dejar de hablar español- y, lo que es igual de decisivo, en el ánimo de los no autóctonos, que se sienten y se comportan como residentes en un país extranjero.
Cuidadito, Maite,, con el 3. Yo pensaba que era el 3 de Maragall (que era un 30%, algo similar a lo del Palau)
Coitadinha do sertão
Yo, sin dejar de suscribir lo que dice berkelio, quiero apuntar que el fanatismo monolingüe lo apadrinan y practican dos tipos de persona:
a) los oligarcas catalanes, que en público hablan sólo en catalán, y en privado mandan a sus hijos a colegios TRILINGÜES (y que NOS cuestan carisimos), porque para eso van a ser la futura "élite" del país (de izquierdas o de derechas, pero nacionalista siempre, que es lo fundamental). Hay que ser "obrero", pero no mezclarse con él. Por eso los socialistas catalanes no tienen la "O" de obrero (y los nacionales serían menos farsantes si se la quitaran).
b) los "conversos". Sabida es la ferocidad del cariño del converso por su nueva fe. Muchos "nuevos conversos" que han de hacerse perdonar (?) su origen "charnego" (cuanto más Montilla, importado directamente de Andalucía) son "catalanistas fanáticos" y desprecian la lengua castellana por creer que así van a "ganar puntos". Eso es "aldeanismo" (e incultura, por cierto) y no otra cosa.
Y luego hablarán los tíos éstos del "páramo cultural" franquista, no te fastidia...