Menú

El populismo diabólico de Zapatero

Quien niegue ese componente tan diabólico como personal en la manera de ejercer poder de Zapatero, sin duda alguna, está "legitimando" torticeramente al político más autoritario que ha dado la "democracia" española.

Goyo dijo el día 25 de Enero de 2010 a las 18:21:

Agapito, no te acuerdas bien de la época de Felipe González. Rumasa, excarcelaciones masivas de etarras y un largo etcétera.

Que ya se terminara no quiere decir que fuera mejor que lo de ahora. Los 2 son nefastos, y no hay que caer en el error de hablar bin de Felipe González para atacar a ZP.

Lo que es nefasto es el socialismo, con Felipe González, ZP y todos los que vengan despues.

santelmo dijo el día 25 de Enero de 2010 a las 16:50:

Tal vez el motivo de que los artículos del Sr. Maestre apenas si susciten comentarios de los lectores venga dado porque, aparte de magníficamente escritos, sus argumentaciones son tan inapelables que no cabe más que decir "amén". A pesar de leerlos siempre, es la primera vez que dejo aquí mi comentario:

D. Agapito, siga usted escribiendo tal como lo hace; algún día sus artículos servirán como testimonio inapelable de que en la España de lo estúpidamente correcto, todavía quedan intelectuales insobornables que se manifiestan con la verdad por delante.

ongietor dijo el día 25 de Enero de 2010 a las 12:24:

a porta ínferi, líbera nos Dómine. En tanto que persona viviente, dejemos a Dios el juicio; en tanto que presidente presunto, librémonos de él en cuanto podamos.

portpo dijo el día 25 de Enero de 2010 a las 07:29:

Estoy de acuerdo totalmente con esta opinión. Nada mas ganar las elecciones me quedé aterrada por el porvenir de España. Sabia que iba a ser un presidente espantoso. La realidad es peor de lo que yo esperaba.

RIPA dijo el día 25 de Enero de 2010 a las 00:04:

Lástima que artículos de tanta altura como los que escribe Agapito Maestre apenas susciten los comentarios condignos que les corresponderian.
Se le podría achacar cierta insistencia o repetición en su contenido, pero él, que es filósofo, podría también decir lo que aquél otro de la antigüedad al que se le reprochaba que siempre dijera las mismas cosas. "Las mismas cosas y de la misma manera." Ya se sabe que un filósofo no se acredita tanto por la diversidad de sus ideas, como por su capacidad para desarrollar aquélla esencial en la que se fundamenta su visión del mundo.