Lo más lamentable es que al menos antes ante menor libertad había más seguridad, ahora hay menos libertad y menos seguridad.
Me parece muy atinado. Aunque Israel tenga un sólo aeropuerto los procedimientos de seguridad se pueden reproducir. De la misma manera que se reproducen los procedimientos de navegación en toda la aviación mundial.
Lo cierto es que no parece haber un interés real en solucionar el problema y si en aparentar que se afronta, como sostiene el editorial.
En efecto. Los moros ponene las bombas. Solución: Cacheen mejor a todos los moros y déjennos en paz a los demás.
Osea que van a insistir en los errores ya cometidos...tanta inteligencia desperdiciada! y tanto dinero gastado para hacer más intensamente lo mismo que se venía haciendo en vez de darse una cura de humildad y ver en qué se ha fallado para renovar totalmente el enfoque de la seguridad. Y probar nuevos enfoques porque sino, tendremos los mismos viejos resultados. Ya lo dijo Einstein, si no se cambian las premisas siempre obtendremos el mismo resultado.
Falta voluntad y querer y saber lo que se quiere, también lo dijo Nietszche.
Y los ciudadanos y votantes no dejarnos engañar tanto.
Pués a mí que me ha tocado trabajar alguna vez con El Al puedo afirmar que las medidas de seguridad son mucho más restrictivas, y por lo tanto más molestas para los pasajeros. Los embarques y la facturación de El Al se adelantan al del resto de vuelos precisamente por las rigurosas medidas de seguridad. No voy a revelar datos, pero les garantizo que es más seguro facturar en un mostrador de El Al (el servicio lo hace personal de Iberia), que facturar en un mostrador de cualquier otra compañía. Además está mañana me ha sorprendido esuchar en esRadio que el personal de Iberia está mejor pagado que la media. No sé si se refería sólo a los pilotos. Con decir que la mitad del personal de Iberia de tierra son mileuristas eventuales, y más de la mitad del personal es a tiempo parcial, y que el 100% del personal de British Airways es personal fijo, creo que ya lo he dicho todo.
La impresión que tengo acerca de la política de protección en los aeropuertos españoles es de una gran desconfianza. Creo que en cualquier momento los terroristas pueden atentar de nuevo en España. Los políticos armarán mucho ruido, mucho bla bla bla condenatorio y a los pocos días de vuelta a las andadas: simulacro de protección estética con muchos policías, cambio de bambalinas, nuevos actores, y todos sigue igual. No veo voluntad de hacer las cosas bien; por encima de todo enarbolan la lucha ideológica y es con ella con la que se quieren ganar las elecciones, no con el logro del bien de la sociedad en sus numerosas necesidades.