Tengo la corazonada (y me atrevería a decir que incluso tengo la convicción) de que volverán a secuestrar un barco español antes de que Willy Toledo se fume otro porro.
Espero que al menos el asunto no haya tenido mucha repercusión fuera de España, porque me avergüenza profundamente. Claro que luego están los italianos, esos bravos muchachos que pagan al enemigo a tocateja en Afganistán para que no les hagan pupa.
Pero que bajo hemos caído...
Aquí donde a la selección ex- pañola de futbol se le llama la "roja", supong que para agradar a rodríguez no cabe esperar que las fuerzas armadas gasten ni una bala ni una gota de sudor. Que para ganar eso, ya ganamos dandole al balon. Mucho furbo y a ver si nos toca la lotería de navidad.
Uno se sorprende primero de que personas inteligentes y cultas defiendan la izquierda; después, olvida lo anterior cuando descubre que personas de derechas, igualmente inteligentes y cultas, se equivocan repetidamente al aplicar sus principios y se muestran incapaces de construir una secuencia lógica en situaciones concretas. Pero este asunto de los piratas es un deal breaker. Hasta aquí hemos llegado. No por el alarde de demagogia de los dirigentes, sino por la insolvencia intelectual del pueblo. Esto es España. ¿No solo España? Bien, pero hoy es España la que ha abierto la boca y ha emitido un definitivo rebuzno. Esto es lo que hay, y lo que podemos esperar.
No culpemos al Ejército de España. Ya quisieran la mayoría de los militares, como todas las personas mínimamente decentes, quitarse a ZP de encima.
Yo propongo que se bombardeen los piratas somalíes y los buques británicos que amenazan a la Guardia Civil expulsándola de aguas españolas en torno a Gibraltar. Es lo coherente. (¡Cómo os gusta censurar, lo lleváis en la sangre maoísta!)
España no está, que es diferente. Ya nos habían calado por el mundo adelante, pero ésto del Alakrana es definitivo: para el resto del planeta somos un país de cobardes, de tragones con los terroristas, de mirar para otro lado y hacer lo que sea para que sean otros los que nos saquen las castañas del fuego.
Salvas la vida de los tripulantes, y acto seguido, detienes a los terroristas o te los cargas sin contemplaciones. Lo que hizo Francia, pero claro, cómo nos vamos a comparar con nuestros vecinos de arriba de los Pirineos. No me extraña que nos consideren un país de segunda fila.
Los militares, igual de inútiles que el Gobierno, sólo valen para cobrar, en este caso aguas extranjeras, que es un pastón. Tener movilizadas dos fragatas para nada es un gasto enorme, que pagan los que se desloman a diario. Para hacer el payaso, mejor que disuelvan los Ejércitos, total, para no hacer nada y vivir de los impuestos del contribuyente, es mejor mandarlos a todos a sus casas, son parásitos que no aportan nada.
Para que nuestro glorioso ejército se redima del ridículo hecho, les propongo una redada de las "peligrosas viejas delincuentes" que van a misa de ocho en las diversas parroquias desperdigadas por la piel de toro. Si les parece peligrosa misión propongo como alternativa repartir chupa-chups de fresa a la salida de institutos.
Aunque ya lo deja ver entre líneas, le recuerdo al autor del artículo que España perdió cualquier atisbo de dignidad y resistencia al chantaje hace ya mucho tiempo. La rendición colectiva del 11 al 14 de marzo de 2004 fue muestra suficiente. Vivimos en un país de nuevos ricos, que "no quieren líos". Estómagos satisfechos que se piensan que la libertad es gratis. Gentes, en fin, como aquel shogun del cuento de Borges, "inasequibles al honor". Ciertamente una sociedad como esta no necesita ejército. Más aún. No se lo merece.
¡Cuidado! Ahora el Gobierno dice que va a recibir a los marineros a las Seychelles. ¿Cuánto nos costará eso? Por cierto, ¿alguien me sabe responder cuántas cartas de amor de jovencitas españolas estará recibiendo en la cárcel el pirata Willy? ¿Cuántos programas de TV le van a pagar más de lo que cobro en seis meses (o un año) por una entrevista?