Pues si son marxistas estos peperos, parece que no han leído a Gramsci. Si supieran los pobres hasta qué punto se ha cumplido el plan de este señor, y cómo ellos desempeñan a la perfección el papel de comparsas...
Clavado. Lo ha vuelto a clavar. Felicidades.
Don Jose, esto que dice explica perfectamente el dato que han dado hoy, a saber: Zapo, el golpista, el traidor, el que nos lleva a la ruina económica para varias generaciones, el amigo de las dictaduras del orbe, el felón que vende España a los nazionalismos, el que está a favor de la discriminación del castellano en nuestras escuelas eliminando los derechos constitucionales de las personas, el de la "tregua", el guerracivista, el que designa a analfabetos de la talla de Pepiño, Aida, Pajin, etc...ESE, provoca más confianza entre los españoles que Mariano el "previsible".
Aunque es prioritario echar a Zapo y al PSoe del poder, tengo muy claro hace tiempo que el PP no es solución de nada. Tal vez un parche para la economía, pero nada de peso, nada a largo plazo. No se enteran de nada estos peperos.
Como vamos a pedir a Rajao y Mamardón que tengan ideas combativas, saber hablar en los temas ideológicos, dar respuestas a los inútiles que nos desgobiernan, etc.etc., si sólo se dedican a intrigar y a maquinar. Podrían investigar cuantos imputados de la siniestra estan en su puesto de cobro mensual, qué pasa en la Diputación de Almería, como va la investigación del caso Ciempozuelos, Torrelaguna, Alcobendas, Parla ..
Es una pena, incluso los que lo hacen mejor que los nombrados, no tienen estrategia de ataque político que, aún resultándome desagradable, es imprescindible cuando se tiene enfrente a dirigentes
prosoviéticos, procastristas, prointegristas, chavistas...
¿Aprenderán alguna vez?
Rajoy, el pobre, aspira a dejar la economía española más o menos saneadita para que después vuelva la tropa sociata a hacer de las suyas y dejar el país hecho unos zorros (y no solo en el terreno económico). Ese es el sino, y esa es la mentalidad del PP, ir de sirvienta doméstica a poner un poner un poco de orden después del botellón de los irresponsables señoritos de la casa, mientras estos duermen la mona a pierna suelta y se recuperan del resacón.