Menú

Corrupción moral

La corrupción no es un asunto de unos cuantos. Es consustancial a un sistema corrupto: la "democracia" española.

monis dijo el día 30 de Octubre de 2009 a las 11:06:

Sr. Maestre, ha publicado Ud. un nuevo artículo tras el que con el título "Sabino, Juan Carlos y Zapatero" cuestionaba la altura moral del Rey por no asistiral funeral exclusivamente familar de Sabino Fernández Campos.
Me imagino que estará enterado de que el día 28 del presente se celebró un funeral organizado por la Casa Real al que asistieron.
Creo que para no poner en duda su propia altura moral, aunque todavía no estén, se deberían esperar unas excusas, o cuanto menos una rectificación pública.

Saludos

lluviaen dijo el día 30 de Octubre de 2009 a las 10:26:

La tergiversación del lenguaje ha sido siempre un instrumento poderosísimo para la destrucción masiva del pensamiento. Sin capacidad de transmitir los pensamientos y las ideas de modo adecuado y conforme al sentido propio de las palabras, el ciudadano participa activamente junto con la clase gobernante en la transmisión de la propaganda estatal. Lo políticamente correcto es aquello que no perjudica los intereses de la clase gobernante. Ese poder de sugestión comienza en la infancia –los modos de expresión correctos son los que convienen al tutor, al maestro o a la política educativa- aunque la expresión sea incorrecta desde el punto de vista gramatical. La tergiversación del lenguaje toma la forma de eufemismos cocinados por propagandistas, transmitidos por los medios de comunicación, repetidos en su pomposo lenguaje por académicos y jueces, y finalmente asimilado como lo correcto por el lenguaje de la calle. Así a los crímenes monstruosos perpetrados por los aparatos del Estado contra la población civil se les denomina pacificación; a los recortes en la prestación de servicios básicos se le llama estabilización; a los despidos arbitrarios y eliminación progresiva de derechos laborales se le llama flexibilización; a un Parlamento donde están presentes los miembros del Gobierno sólo elegidos por la santa voluntad de su presidente se le llama órgano de la representación popular.
Los eufemismos son un tipo de anestesia colectiva destinado a tranquilizar a la ciudadanía. La imaginería evocada por los eufemismos se presenta siempre como benéfica, con el fin de obscurecer la inicua realidad. Pacificar sugiere la existencia de un pacifier , algo que permite a un padre o una madre calmar suavemente a un bebé y acabar con sus irritantes llantos. La pacificación de personas implica lo opuesto: la irrupción violenta de fuerzas militares en una comunidad pacífica, que provoca gritos de dolor y escalofríos de muerte.
El término estabilización en boca de las autoridades estatales significa reducir los déficit comerciales y presupuestarios mediante recortes en los salarios, a la vez que se mantienen las subvenciones y las exenciones fiscales a las clases dominantes. Para bancos y grandes empresas la estabilización significa la desestabilización de la clase trabajadora y los pobres, la pérdida de los servicios sanitarios, el incremento de precio de productos básicos como alimentos y transporte, y la pérdida de empleo, causa de rupturas familiares, abandono escolar, hogares monoparentales y crecientes tasas de suicidio y alcoholismo.
El ensayo general previo a cualquier tipo de transformación social y política es la claridad lingüística, es decir, hablar y escribir en un lenguaje en el que las palabras y los conceptos expliquen la realidad en que vivimos, especialmente las diferentes repercusiones de las políticas concretas sobre cada una de las clases sociales. Desenmascarar los eufemismos no es tarea de lingüistas sino de todo hombre comprometido con la libertad y la democracia.


A la especulación la llaman recogida de beneficios de los inversores.
Tony Díaz