Amanda: una diferencia importante de Ágora con Ben-Hur, La túnica sagrada y otras películas ambientadas en los primeros años del cristianismo (Quo Vadis, Fabiola, Barrabás), es que todas estas se basan en novelas, algunas ya famosas mucho antes de que se estrenaran la películas. Había entonces más respeto por el espectador, no intentaban engañarle diciéndole que aquello era la verdad histórica. Tenía ahí los libros de Wallace, Sienkiewicz, Lagerkvist o Wiseman para juzgar por sí mismo; sabía que, partiendo de hechos reales, se le ofrecía la re- interpretación libre de unos autores. El militar y senador Wallace, por ejemplo, no oculta lo poco que aprecia el paganismo, ni sus creencias puritanas ni su visión providencialista de la historia. Tal vez por eso, tanto su libro como la película dirigida por William Wyler, siguen hoy fascinando al público y a los lectores, aunque no compartan sus puntos de vista.
Amenábar, en cambio, afirma que ver su película es tanto como viajar a la Alejandría del siglo IV. Pero resulta que Hipatia habla como una racionalista moderna, mientras Cirilo actúa como un genocida del siglo XX: sólo piensa en "purificar" mediante el asesinato e incluso "llama a la aniquilación de mujeres y niños... " Por una parte, se nos dice que Ágora es una película y no tiene por qué respetar la rigurosidad de los datos históricos; por otra, se nos asegura que cuenta la historia tal como fue. Yo, más que malicia, veo ignorancia (Amenábar no tiene una buena base de conocimientos de historia ni de filosofía), confusión y bastante soberbia. La película habría ganado mucho si el director hubiera sabido ofrecer al espectador la posibilidad de formarse una opinión distinta de la suya. En cambio, es difícil no salir o echando pestes de los cristianos y de las religiones, o bien molesto e insultado por identificarse con "los malos". ¿Y para cosa tan misérrima se han gastando 50 millones?
Estaba esperando al señor Maestre hablar de esa película que se presuponía (solamente ver el tema que trataba y el que la dirigía) maniquea e infantilmente tendenciosa. Absurda por la forma de interpretar hechos más complicados que una simple historia de buenos y malos, oscurantismo, misticismo frente a ilustración. Falta que salte a la palestra el señor Serafín Fanjul.
También estoy esperando artículo sobre la memez esa de quitar lo del todo por la patria por el Todo por la democracia. Preferiría Todo por Chiquito de La Calzada.
Por cierto: las películas de Amenábar le dan a uno depresión, dan ganas de lanzarse de un quinto piso después de verlas (la de los fantasmas, el del rostro deformado que vive bajo una careta, la de los videos snaf en Tesis, la deprimente Mar adentro, y ahora esto). La gente en vez de palomitas se debería llevar a la sala un par de gramos de cianuro.
Vaya por delante que no he visto la película, ni la pienso ver. Pero creo, querido Agapito, que te estás dejando llevar por la furia.
Primero, no seas tan duro con Zetapé. No lo eleves a la categoría de gran maestre de la logia de estos imbéciles del pesebre. Con cualquier otro u otra u otre en el puesto de Zapatero estos tíos harían lo mismo.
Lo segundo, bien está que te desquites y que te desahogues, pero no desperdiciemos esta oportunidad para ilustrar con la verdad al personal. No condenes para siempre al elemento que ha escrito y dirigido este engendro. Todo el mundo puede cambiar, aprender y corregirse. Al menos, un poco.
Te propongo que desarrolles una estrategia filosófica, retórica y pedagógica para demostrar y convencer a tantas personas, no solo una, que creen semejante cosa como que la democracia liberal no tiene nada que ver con el cristianismo. Es más, hay quien piensa que hemos llegado hasta este momento de la historia a pesar del cristianismo.
Hay otro punto sobre el que te quiero llamar la atención. El anticristianismo no es más que una forma refinada y sutil de antisemitismo, maridado con anticlericalismo carca del diecinueve. Es importante señalar que en los orígenes de estas ideas está una crítica bien fundada y necesaria a la Iglesia católica (y otros movimientos cristianos), a las incoherencias, dobles raseros y a veces crímenes que en muchos momentos y lugares han cometido personas que representaban a la Iglesia. El problema es que a esa crítica inicial se le unió una intención espuria que hoy día permanece latente, agazapada en todas estas manifestaciones: la destrucción de la civilización y de la Libertad para imponer un régimen totalitario. No me quiero poner paranoico, pero es demasiado evidente la intención antiliberal (en sentido amplio) como para ignorarla.
Hay también algo de venganza en todo esto. Pero, en cualquier caso, no nos confundamos. El enemigo no es el que opina o dice semejantes idioteces, sino la pretensión de destruir la Libertad destruyendo la Historia que nos define y nos representa.
Ánimo y salud
Esa malicia, esa mala baba, se observa también claramente en "La Brújula Dorada".
Creo que la turba que acabó con la vida de Hipatia, según las tesis más en boga de los historiadores, tuvo más que ver con luchas políticas locales que con cuestiones religiosas.
La historia del linchamiento de Hipatia ha sido manipulada hábilmente (cosa fácil, ya que poca gente la conoce) para servir a propósitos de una agenda ideológica del presente, el catecismo laico, como muy bien lo expresa Agapito.
Eso sí, yo no acabo de ver la diferencia radical que establece usted entre fanáticos y dogmáticos. Los fanáticos también pueden ser cultos y apasionados, y los dogmáticos utilizan –cuando las utilizan– las razones y argumentos del mismo modo que los fanáticos: para vencer, y no para convencer. Por otro lado, fanatismo y dogmatismo son conceptos que se solapan. Sería interesante oírle debatir o charlar simplemente sobre el tema con Gabriel Albiac en el programa que hacen juntos.
Catonio,
De momento parece que el único que ha creido a pie juntillas algo has sido tú con respecto al autor de tan vehemente, brillante y profundo artículo. Por que deduzco que si además de desconocer la existencia de Hipatia, de asegurar que pretendes perseverar en tu ignorancia sobre el tema y de desasogarte aterradoramente no pretendes ver la pelicula.
Yo esperaré a verla y juzgar por mi misma. Así luego podré opinar si realmente es un panfleto histórico o ideológico. Por cierto, acuden a mi mente algunos panfletos histórico-ideológicos como Ben-Hur, la Túnica Sagrada, Los 10 mandamientos y tantos y tantos más; todos ellos, algunos más que otros, grandes películas a pesar de estar basados en mitos y creencias con más que dudosas referencias históricas. Mitos y creencias que malvada e injustificadamente llevan siglos pretendiendonos inculcar.
Don Agapito,
Toda la razón le doy, aunque creo que los espectadores le pasarán factura al final y se correrá la voz de que tanto metraje no es para tanto y que, al final, una puesta en escena tan rica no ha servido para dar a conocer algo tan bello como fueron nuestra cultura greco-romanas.
En la sala, que no estaba ni mucho menos llena para ser fin de semana del estreno, no hubo más que decepción y muy poco entusiasmo.
Poner al cristianismo como fundamentalista y político es ignorar el mensaje de Jesús, que dijo todo lo contrario y bien clarito "a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César".
Ya sabemos que siempre hay manipulación por parte de los hombres al trasmitir el mensaje de Dios, y en ello incluyo al clero, pero hacer de las luchas políticas y religiosas habituales de aquel entonces algo normativo sólo de la Iglesia Católica sin más profundidad ni fuerza en trasmitirlo, ni mensaje claro, ni comparación con otras comunidades religiosas, me parece desperdiciar una ocasión de contar una gran historia sin ideologizarnos.
Nos toman por ignorantes, está claro.
Me ha parecido un articulo profundo y brillante, con ese toque de vehemencia que el autor muestra siempre que se expresa.
Yo, particularmente, desconocía la existencia de esta "científica" pero no pienso investigar sobre la protagonista en la película de este resentido. Pero me causa un desasosiego aterrador, pensar en cuanta gente creerá a pie juntillas lo que el director de este panfleto histórico pretende, malvada e injustificadamente, inculcar.
No creo que a estas alturas nadie llegue a leer esta contrarréplica, pero es lo que me queda.
Amanda, si has leido el mensaje, mi intención es interesarme por la historia de esta mujer, pero por fuentes fidelignas, o por lo menos lo mas fidelignas posibles,(si sabes algo de historia, que lo dudo, las fuentes han de contrastarse y se les debe de intentar quitar la subjetividad del tiempo actual) entre éstas, desde luego, no esperarás, ni tu, ni toda tu tropa de chiripitiflaúticos incultos, que tome la película de este sectario como medio para informarme de nada, escepto de su propio odio a todos lo que no piensan como el.