De sabias e ignorantes
Lo palmario es que a usted y a mí los guardas y policías de la puerta no nos habrían permitido entrar en la ¡Audiencia Nacional! disfrazados de tal guisa, o con una inocente careta de cartulina con la cara de Pancho Villa.
La imagen es chusca : una mujer –al parecer, sabia y por tanto metida en un saco– increpa al mundo entero llamándole ignorante mientras masculla su "orgullo" (sic) por tener un hermano terrorista, felizmente pasado a mejor vida en el camino de Allah. La individua no está loca, al menos según los criterios habituales de la psiquiatría, simplemente es una incomprendida, víctima visual de cuantos no entienden la suprema beatitud que se puede experimentar viendo la Creación completa a través de una rejilla de gruesos cordones, sudando la gota gorda (con lo bueno que eso es para quemar toxinas) en aquel refugio de piadoso recogimiento y odiando –como es natural– a cuanta ignorante no la imita y a cuanto ignorante se preocupa por que haya seres humanos en tal estado. Si todo se redujera a aquello de sarna con gusto no pica, la cosa no tendría mayor importancia, pero el asunto es mucho peor.
Se ha celebrado como algo extraordinario que el juez, tras innúmeras contemplaciones y cariñitos, la obligó a descubrirse el rostro, aunque pelo y orejas (también elementos de identificación, recordamos) quedaron celados por la folklórica prenda. Y fuerza es reconocer que, en nuestro país, lo normal y lógico se ha convertido en heroico y prodigioso. Hace tiempo. Y tan es así que otros dos jueces –muy progres ellos: el consabido de siempre y otro de los que pasan por justos– se tragaron el sapo de admitir la declaración previa de la individua con el saco puesto. Qué ejemplo dieron al mundo agarrándose a las sempiternas argucias leguleyas para justificar lo injustificable, que si la fase de instrucción, que si la vista oral, que si o carallo vintenove, que dicen en mi tierra.
Lo palmario es –lector paciente– que a usted y a mí los guardas y policías de la puerta no nos habrían permitido entrar en la ¡Audiencia Nacional! disfrazados de tal guisa, o con una inocente careta de cartulina con la cara de Pancho Villa, como las que, en nuestra infancia, contemplábamos, codiciosos y soñadores, en cacharrerías y puestos de piperos. También había de chino y de algunos siniestros personajes imaginarios más, pero todos habrían sido proscritos y condenados por el segurata de la puerta: ¡vas tú a comparar! Como si fuéramos iguales ante la ley, pretensión absurda si por medio anda la imagen de un juez, si es islamófobo –o no– y cosas por el estilo.
Pero desengáñense: Bin Laden, la individua del burkaLo más popular
-
La UCO prepara tres nuevos informes tras desencriptar el móvil de Aldama incautado en la trama Hidrocarburos -
Revuelta médica contra las intenciones de Mónica García de reclamar también exclusividad tras el MIR -
La AF pide la dimisión de García Ortiz: "Presentarse a la declaración en el cargo arrastrará la reputación de todos" -
La juez Biedma ordena a la UCO investigar los correos electrónicos borrados sobre la contratación de David Sánchez -
La trama PSOE tenía una lista de 57 obras públicas para cobrar comisiones ilegales justo cuando fue cazada por la UCO
Ver los comentarios Ocultar los comentarios