No. El problema que yo veo desde los primeros ochenta es la increíble cobardía de las víctimas.
Son como judíos en Berlín en 1936. No se lo pueden creer. Digo bien: es como si no lo pudiesen creer. Llevan soportando todo tipo de humillaciones y saqueos. Sólo les falta el Ziklon B. Y si algo así le pasó a la minoría más sofisticada del país más culto del mundo... ¿qué les va a suceder a los charnegos? Pues lo que está sucediendo: Un ochenta por ciento víctimas, un diez por ciento "Kapos"* y otro diez por ciento al exilio. Como yo, aunque un servidor solamente sea un mestizo rarito.
*Carlos Semprún Maura in memoriam.
Es de esperar, ahora que falta un año para las autonómicas (suponiendo que se agote la legislatura, lo que parece probable dado el apego de los actuales "consellers" a sus poltronas y lo incierto de su reelección), que el proyecto político del antinacionalismo -o quizá mejor dicho, del "no nacionalismo"- tome cuerpo en una candidatura creíble. Hay muchos no nacionalistas en Cataluña, y no tienen a quién votar. Las cifras de abstención son expresivas al respecto. El monopolio nacionalista de la política catalana es insoportable para esta gran masa de ciudadanos. Confío en que Antonio Robles no nos defraudará.
¿Qué nacionalistas, berkelio, suben el tono de sus agresiones? ¿Los unos o los otros? ¿Los de la consulta de Arenys? ¿O, acaso, los de "Por la España imperial, por la España inmortal, nada importa morir -ni "matar, claro- si es por nuestro ideal..."? Quédense ustedes, felices, con su Toro de la Vega, y déjennos a nosotros con nuestros castellers... Y no se preocupe, que cuando Catalunya sea independiente -que a ese paso, pronto no nos quedará otro remedio-, de aquí, ni por asomo, es castellano no desaparecerá. Es también nuestra segunda lengua, y la conocemos, respetamos y queremos, mucho más -pero mucho más- de lo que ustedes han tolerado nunca la nuestra. Por lo tanto, amigo: !Qué Dios reparta suerte! Que, por lo menos a nivel deportivo -sin nosotros-, a ustedes buena falta les hará.
¿Lloriana no se entera de lo que pasa en Cataluña, o no se quiere enterar de todas las acciones, declaraciones, leyes y omisiones en contra del castellano y lo español en general de intelectuales, intelectualillos, periodistas, grupos y grupúsculos políticos y de presión, del difunto Rubianes ("tot som Rubianes") hasta Joan Laporta, pasando por el "compreu/non compreu", las leyes de "normalización" lingüística, ERC, CiU, el PSC y todo el pacto del Tinell?. ¡Venga ya!
El problema es que los demás españoles -los que no viven en Cataluña- no se quieren dar por enterados de lo que aquí pasa. Cuando no pueden evitar entererarse de algún suceso, como el reciente referéndum separatista de Arenys de Munt, se lo toman por el pito del sereno. Ante la falta, no ya de respuesta sino incluso de acuse de recibo, los nacionalistas suben el tono de sus agresiones y provocaciones.
Puede que en Cataluña haya gente que se piense que no hay más Catalunya que ellos. Puede que haya imbéciles -o imbéciles contratados- que pinten imbecilidades en las paredes. Y puede, incluso, que haya Ayuntamientos y alcaldes imbéciles que no se den cuenta de nada. Pero mire usted, eso mismo ocurre también en el resto de España. Con una diferencia, pero. En Cataluña nadie obliga a nadie a bajar de un taxi, por el simple hecho de responder por su teléfono móvil en castellano; en Cataluña nadie predica ni practica ningún tipo de boicot contra los productos españoles; en Cataluña todos sabemos que el castellano existe y todos lo hablamos -y no sólo eso, sino que aquí se imprimió el primer libro que se imprimió en España en castellano, y aquí hicimos la primera enciclopedia que se hizo en castellano, así como la primera gramática histórica y, creo que también, la primera etimológica de dicha lengua. ¿Usted ha visto nunca qué en España, un grupo de intelectuales, escritores y artistas, hayan firmado un manifiesto en defensa del catalán -o de cualquiera de la otras lenguas españolas diferentes al castellano-? ¿Usted ha visto nunca qué en Catalunya, un grupo de intelectuales, escritores y artistas, hayan firmado un manifiesto en contra del castellano? ¿A qué juegan, ustedes? ¿Qué pretenden? ¿Acaso que aquí, en Catalunya, nos hagamos todos, incluso en castellano, independentistas?
lloriana, comprendo que, como nacionalista catalana, no comparta mi punto de vista. No tengo nada en absoluto contra los catalanistas, salvo no ser uno de ellos. No me quejo de que los catalanistas sean catalanistas, sino de que los españoles no catalanes no se enteren o no quieran enterarse de lo que pasa en Cataluña.