El movimiento liberal y muchos conservadores en EEUU marcan claras distancias con los neoconservadores, a quienes acusan de haber traicionado los principios anti-estatistas de la vieja derecha; y el propio Kristol no se consideraba a sí mismo liberal.
Albert Esplugas Boter
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xaviqaz dijo el día 24 de Septiembre de 2009 a las 11:09:
Muy buen artículo. Afortunadamente en LD ahora hay una alternativa ideológica a quienes nos vendían y venden a Kristol, Horowitz y la frontpagemag.com como la derecha americana de referencia. Me refiero a Cristina Losada y compañía. Antes no había alternativa. La entrada de la gente del Juan de Mariana ha salvado a este periódico de convertirse en un panfleto de la guerra.
La historia ha demostrado que la guerra aumenta el tamaño del Estado siempre. Valga el ejemplo del impuesto sobre la renta federal en EEUU: del tipo marginal del 7% en 1913 al 77% en 1918. Sistemáticamente se ha utilizado ese impuesto para financiar la guerra. El actual partido republicano cae en una contradicción insalvable defendiendo un gobierno poco intervencionista en lo doméstico (al menos eso dicen) y agresivo en el exterior. No pueden oponerse a la reforma sanitaria de Obama y al minuto siguiente lamentar que se recorte el gasto militar o se cierre una de las 800 bases de EEUU en todo el mundo. Hasta que no superen esa contradicción los norteamericanos no volverán a tomarles en serio.
Muy buen artículo. Afortunadamente en LD ahora hay una alternativa ideológica a quienes nos vendían y venden a Kristol, Horowitz y la frontpagemag.com como la derecha americana de referencia. Me refiero a Cristina Losada y compañía. Antes no había alternativa. La entrada de la gente del Juan de Mariana ha salvado a este periódico de convertirse en un panfleto de la guerra.
La historia ha demostrado que la guerra aumenta el tamaño del Estado siempre. Valga el ejemplo del impuesto sobre la renta federal en EEUU: del tipo marginal del 7% en 1913 al 77% en 1918. Sistemáticamente se ha utilizado ese impuesto para financiar la guerra. El actual partido republicano cae en una contradicción insalvable defendiendo un gobierno poco intervencionista en lo doméstico (al menos eso dicen) y agresivo en el exterior. No pueden oponerse a la reforma sanitaria de Obama y al minuto siguiente lamentar que se recorte el gasto militar o se cierre una de las 800 bases de EEUU en todo el mundo. Hasta que no superen esa contradicción los norteamericanos no volverán a tomarles en serio.