Sr. Vermoet, tengo que decir que ha cambiado mi manera de pensar el asunto. En efecto, la libertad de elección de los padres no debe ser todo en este asunto. Ha de defenderse también un mínimo de educación de partida iguales para los niños, y ha de defenderse también la transmisión de un mínimo de la cultura y la lengua españolas.
Ese mínimo de educación de partida no debería abarcar la educación moral, que corresponde a los padres. No sería "mínimo" por ser reducido, sino por ser el necesario para asegurar una base fiable para el desarrollo del ciudadano. El mínimo de cultura española se fundamentaría en la propia defensa de la Nación española como único lugar donde se sostienen y actúan los derechos y deberes de los españoles. Sin esa nación no subsiste ningún derecho.
Posiblemente me ha sacado Vd. de mi "postura" inicial de liberalización total. Gracias.
Por alusiones ;) contesto en mi blog antes de acabar la semana.
Un saludo
Albert Esplugas
Di que sí, Álvaro: no se puede hacer del Liberalismo una ideología, cuando a duras penas puede ser considerado una doctrina (hay muchas fuentes doctrinales que pueden pasar por "liberales"). Liberalismo es manejar una serie de presupuestos críticos para enjuiciar la Política (el Poder), partiendo del respeto a los derechos individuales frente al Estado (y a la propia sociedad), pero de ahí a rechazar cualquier tipo de obligación u organización pública hay un trecho. Por eso podemos constituir una sociedad liberal en el marco de un Estado de Derecho nacional que se encuentre representada por dos o tres partidos netamente liberales, que diferirían sin embargo en la medida en que sus presupuestos morales (respecto al aborto, la religión católica, la Política Exterior, la inmigración) fuesen propios de conservadores, progresistas o individualistas radicales.
[Al menos eso es lo que pienso yo del Liberalismo, que aprecio precisamente por su posibilismo o capacidad de adaptación a la realidad cambiante.]
en general estoy de acuerdo, puesto que todas las ideologías o teorías políticas, sólo funcionan sobre el papel,pues los seres humanos no somos robots y nuestros comportamientos pueden ser imprevisibles. Aunque en el sentido más radical del liberalismo, si un país está lleno de individuos "defectuosos" es decir antiliberales, que antepongan el totalitarismo de una religión, como la islámica, ya que anteponen la vida en el más allá a la vida terrenal, este país, se autodestruiría como cualquier empresa mal gestionada por lo que acabaría desapareciendo...pero la realidad no sería esa, puesto que se aprovechan de las libertades del propio estado democrático liberal para destruirlo. En el tema de la educación, es posible que una educación privada mejore los resultados y la calidad en materias neutras, como matemáticas, lengua, química... Pero no así, en historia, filosofía y otras materias, que además no son tan "útiles" para la vida laboral de hoy día, y sin embargo la mala enseñanza de esas materias son las que pueden hacer que los individuos sean intolerantes y no tengan problemas en violar los derechos de otros individuos, luego habría gente perfectamente formada en materias "útiles" que estarían al servicio de los liberticidas. Algo así se pudo ver en los atentados del 11-S, pues los terroristas eran personas con formación universitaria, pero totalmente adoctrinados en el aspecto filosófico, ético, moral o religioso. Esto siempre va a ser inevitablemente contradictorio, pero es necesario introducir esa regulación para evitar el mal funcionamiento de la teoría.