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Agapito Maestre

Amorcito corazón

Querida amiga, después de ese atropello, uno de los humoristas más grande de Venezuela, Laureano Márquez, no deja de ser molestado y perseguido por Hugo Chávez.

Esto no es una columna política. Tampoco es un pensamiento sobre el amor. Es una carta dirigida a Ayanta Barilli, que tiene el mejor programa de cartas de amor de la radio española. Pero, por favor, no se alarmen, lejos de mi ánimo escribir una carta de amor. ¡Qué más quisiera uno que tener coraje para escribir sobre un asunto tan digno! Se trata de una sencilla epístola, casi una hoja volandera por decirlo de modo costumbrista, recomendándole un libro de amor a quien tanto sabe sobre ternura y pasión, afecto y cariño, en fin, sobre enamorarse y desenamorarse. Saber de un sentimiento.

Confieso mi azoramiento a la hora de aconsejarle un libro a quien tanto saber acumula sobre el sentimiento del amor... La causa, sin embargo, merece la pena que lo intente. No sé, querida Ayanta, si esta obra te aportará algo nuevo sobre este complejo afecto que determina la vida de los humanos, pero presumo que te hará sonreír sin estridencias de principio a fin de su lectura y, a veces, reirás a carcajadas. He ahí mi principal motivo para escribirte. Sinceramente, querida amiga, me atrevo a sugerirte este libro porque es tan apolítico, si por política entendemos lo que hace Hugo Chávez Frías, como tú programa de radio. Es lo contrario del hiperactivismo totalitario y la zafiedad de palabra del dictador Chávez.

El libro al que me refiero es un ejercicio permanente para pensar. No abandonarás fácilmente su lectura, porque el tratamiento de esta pasión es una invitación a la reflexión sin tregua a lo ñoño y melifluo. Es un canto sencillo y alegre contra la sensiblería barata y el sentimentalismo de los políticos populistas. Es un libro, como tu programa, sobre la vida del amor. La vida. Amorcito corazón. (Manual) es el título del libro. En Venezuela, patria de su autor, es más que un libro de relectura obligada, se trata de una obra comprometida, pues que el lector sabio, el buen ciudadano, después de haberla disfrutado, vuelve a la librería para comprar otro ejemplar que, con toda seguridad, regalará a sus amigos o conciudadanos.

Amorcito corazón tiene dos efectos cívicos de primera magnitud para la supervivencia de un país: el lector y el autor del libro salen fortalecidos de la travesía por sus páginas. Por un lado, ayuda a reírse, o mejor dicho, a reír con dignidad al lector, en el valle de lágrimas y miserias que es hoy la enrejada Venezuela por Chávez y el petróleo. Es una terapia efectiva para que los buenos venezolanos puedan conllevar al "dictador-payaso" más peligroso del mundo occidental.

Y, por otro lado, el autor conseguirá no ir a la cárcel, pues, cuantos más libros venda, antes saldará la millonaria multa que le impuso Chávez por dirigirle una carta pública de amor, de genuino amor paterno-filial, a Rosinés, la hija menor del dictador; por cierto, de paso, me atrevo a sugerirte que quizá quedaría bien que leyeses, o sea, que radiases o locutoras para tus fieles seguidores de la radio la bella misiva de Laureano Márquez a la hija menor del dictador. (Aquí al final te adjunto el texto). Sí, amiga, aunque te cueste creerlo, la razón fundamental que tuvo el autor para aventurarse en la cuestión del amor era de naturaleza enteramente material. "Una multa millonaria impuesta por un tribunal del Estado de Lara (Venezuela), por un artículo escrito en el año 2005 en el vespertino Tal Cual, me obliga a recoger fondos adicionales...". Por fortuna, Laureano consiguió no ir a la cárcel porque pagó la multa del Estado de Laro gracias a las ventas de este libro y, sobre todo, a las donaciones anónimas de millones de venezolanos en una cuenta pública abierta para tal efecto.

Sin embargo, querida amiga, después de ese atropello, uno de los humoristas más grande de Venezuela, Laureano Márquez, no deja de ser molestado y perseguido por Hugo Chávez. La última es la persecución a la que está siendo sometido por la policía fiscal del dictador... Sí, sí, ha vuelto a recibir una multa millonaria por no se sabe qué factura no justificada a la Hacienda de un país cuyo primer dirigente ha hecho de la Hacienda Pública su propia Hacienda; imagínate, amiga, como será la sanción de grosera e injusta que sus propios compañeros de profesión han creado, con toda la discreción que cabe en los satíricos y humoristas de Venezuela, un espectáculo titulado Laureano Impuestocon el único objetivo de sacarlo otra vez del atolladero, o sea, de recaudar fondos para paga otra multa. He ahí a los humoristas de Venezuela por mor del gran Laureano, en realidad por solidaridad con el mayor crítico que hoy tiene Chávez, convirtiendo el sufrimiento y la injusticia en risa y cachondeo contra el dictador...

En fin, amiga, aquí te dejo unas breves pinceladas del propio autor, el monógamo cristiano más famoso de su país, sobre los conceptos de amor y humor sin los cuales la vida no merece la pena. Espero que te sirvan de estímulo para comprar el libro.

1. Es curioso que cuando la palabra 'amor' se encuentra formando parte de otro término, éste siempre tiene un sentido negativo. Veamos algunos ejemplos:

  • AMORAL: Alguien sin moral.
  • AMORFO: Sin forma (también cuando, estando con la amada, algo huele mal y uno dice: '¡Amor, fo!', pero es lo menos usual).
  • AMORTAJAR: Poner la mortaja a un difunto.
  • AMORTECER: Quedar como muerto.
  • AMORTIZAR: Cancelar parte de una deuda.

Pero, a pesar de lo negativo, de cada expresión cuando se usan individualmente, unidas encierran las verdaderas claves del amor: un amor amoral se vuelve amorfo, amortece y, en consecuencia, hay que amortajarlo. Por eso el verdadero amor no se amortigua, sino se amortiza cada día (¡Na´ guará!) (...).

2. Los estudios han establecido una serie de síntomas que muestran si se está realmente enamorado:

Cuando cada cosa que ves, sientes o hueles te recuerda el ser amado (lo del olor, en una ciudad como Caracas, puede ser un síntoma equivocado).
Cuando el tiempo a su lado pasa volando (no aplica si él es piloto y ella aeromoza).
Cuando cualquier excusa es buena para comprarle algo (no funciona si uno de los dos es dueño de la tienda).
Cuando todo lo que hace te produce risa (si la pareja es cómico o humorista profesional, puede que no sea estrictamente amor, sino que, simplemente, el otro es objetivamente gracioso y divertido).
Cuando se te acelera el corazón al estar cerca de él (salvo que sea funcionario del SENIAT). El SENIAT es el organismo, valga la nota aclaratoria para los no venezolanos, encargado en Venezuela de la recolección de impuestos. La insulsa eficiencia que ha desarrollado este organismo, en el contexto de la desorganización propia del país, hace que todos le tengamos el mismo pavor que, durante la Edad Media, se le tenía a los recaudadores de impuestos reales.

Recibe un abrazo con la cierta amistad de Agapito Maestre.

PD:

Laureano Márquez, querida Ayanta, tiene algunas cualidades que te resultarán cercanas a tu propia vida, por ejemplo, ama el teatro con locura y ha hecho del humor una forma más llevadera del dolor humano. Además, tiene doble nacionalidad: es tan venezolano como español... Creo que también tú eres tan italiana como española. Reconoce que eso, a veces, es una suerte. ¿O no?

PD 2:

Carta a Rosinés

Por Laureano Márquez

QUERIDA ROSINÉS:

¿Cómo estás? Espero que bien y con la posibilidad de disfrutar de televisión con cable para poder ver algunas comiquitas. Te sugiero las de Boomerang, que si no nos hicieron daño a nosotros (¡creo yo!), tampoco les harán a ustedes. El oso Yogui, la pantera rosa, la hormiga atómica, Simbad, Shazzan, etc. No te recomiendo Los Picapiedras, porque a lo mejor a tu papá no le gustan, porque presentan el modelo capitalista como algo natural y propio del hombre que existía incluso desde las cavernas.

Supe de tus preocupaciones por el caballo del Escudo Nacional mirando hacia atrás. Coincido plenamente contigo. Todos los escudos tienen leones rampantes (Cuando se paran en las dos paticas de atrás), águilas, caballos, pero ninguno tiene un Golden Retriever, por ejemplo. Con lo nobles que son esos animales. Yo le pondría al escudo un Golden con un palito en la boca a los pies del amo. O una morrocoya, como la que tú tienes; un buen emblema de nuestra lentitud para todo. En todo caso, si le vamos a dejar un caballo, que sea uno de la Rinconada, con su numerito, jinete y todo. Porque si algo nos identifica, es el azar y las apuestas.

De todas maneras, el propósito de esta carta es pedirte ayuda. Ustedes los niños tienen mucho poder y yo sé que tu papá te hace caso. Probablemente, eres la única persona a la que escucha con atención. Además, tú y tus sobrinitos son los únicos capaces de hablar francamente con papá, sin el miedo que nos da a nosotros. El otro día, tu papi nos contó que su nieto le había dicho: "¡pirata tú!" ¡Qué envidia! Bueno, pero para no desviarme del tema, como yo sé que él te presta atención, hazle estas peticiones:

  • Pídele que saque también del escudo a un señor de uniforme verde oliva y barba blanca como San Nicolás (con el debido respeto al nuevo manual de la navidad). Un señor que se mete mucho en nuestros asuntos. Es como si la niñita de al lado de tu casa, aprovechándose de que tú la quieres mucho, se llevara tus Barbies, tus peluches o tus libros de cuentos y trajese a sus hermanitos a jugar a tu cuarto.
  • Dile también que no hable de cosas que va a hacer más allá del 2021. En estos días, nos contó de un pocotón de bicentenarios que va a celebrar: del 1810, 12, 14 y siempre habla del 2021. Aunque vaya a quedarse hasta esa fecha, no debería decirlo tanto, porque a los que no estamos de acuerdo con él (no te asustes, cada vez somos menos según las estadísticas oficiales ) nos entra como una desesperanza que tampoco es buena.
  • Una última cosa para que le pidas: que no se ponga tan bravo con los que no pensamos como él y que no nos regañe tanto. A veces nos llama golpistas y fascistas y le provoca a uno responderle como tu sobrinito: "¡pirata tú!".

Rosinés: Con estas cosas que te pido la larga convivencia que nos espera con tu papi será más llevadera. A cambio, nosotros le ofrecemos nuestro conformismo. Por cierto, pídele también que no haga tantas cadenas. Eso sí, todo esto como cosa tuya.

Bueno, chamita, Dios te bendiga y te dé todo el amor y la felicidad que le deseo a mi propia hija.

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