Bueno, bueno. Claro que lo de la prostitución en Barcelona no viene de ahora.
Una de las señas de identidad de la Barcelona, al menos desde los años 50 del pasado siglo, junto al Tibidabo y a la Sagrada Familia (por cierto, meintras cobren entradas por visitar las obras, ese templo siempre estará en construcción. Y como don Antonio Gaudí era, además de leal español, yn devoto católico, los escamots intentarán borrar su huela, o le pondrán encima una barretina), junto a éstos, digo, otro elemento de las señas de identidad de la Ciudad Condal, era su "Barrio Chino", donde no había tantos chinos, sino prostitutas.
Recuerden las escalas de la VI Flota de la US Navy, de servicio en el Mediterráneo, para que su personal de a bordo, diera salida a sus ... necesidades de sexo.
¿O es que ya no se quieren acordar?
Pues es así. Yo lo recuerdo. Y ustedes también, claro.
Y ahí es donde encajó a la perfección el personaje de Rubianes en la serie cómica de TVE, "Makinavaja", con el que tanto se identificó el esperpento aquél, llegando a la confusión actor-personaje.
En las mismas Ramblas se conserva un lugar, un portal, que tiene la marca de los tacones de las prostitutas. La baldosa no se ha cambiado, como "orgulloso" testimonio de lo que era aquello. Las prostitutas pasaban horas a la puerta, a veces golpeando el suelo, y ha quedado la marca de los tacones. Creo que está más o menos a la altura de donde está el museo erótico. Y recordemos que Magic Johnson dijo que contrajo el sida de prostis en Barcelona.