En la diplomacia norteamericana sobra tactismo y falta estrategia. No se puede ejercer una influencia global cambiando continuamente de criterio, enviando mensajes equívocos, traicionando a los aliados y manifestando una asombrosa disposición a la derrota
fromspan dijo el día 21 de Agosto de 2009 a las 12:33:
Los temas de geoestrategia política son difíciles de comentar por su complejidad. Mucho más cuando el tema está tratado por un maestro como Florentino Portero, que tiene las ideas claras y las expone con sencillez y precisión.
La acertada y elocuente diferenciación entre el estilo funcionarial de nuestra política, y la política de gestión gerencia de los políticos norteamericanos, familiarizados a resolver problemas en el mundo de los negocios y del mercado, aunque solo una observación puntual en la introducción, nos ofrece toda explicación a muchos de problemas de nuestra parroquia local.
Difícil aportar matices que se sustraigan al análisis del maestro y especialista. Los lectores estamos aún de subida, con una visión parcial, cuando él hace rato que ha llegado a la cima y nos cuenta el panorama completo. Un lujo, y un disfrute, leer al Sr. Portero en estos tiempos de mediocridades ayunas de criterio y perspectiva sosegada y realista.
Los temas de geoestrategia política son difíciles de comentar por su complejidad. Mucho más cuando el tema está tratado por un maestro como Florentino Portero, que tiene las ideas claras y las expone con sencillez y precisión.
La acertada y elocuente diferenciación entre el estilo funcionarial de nuestra política, y la política de gestión gerencia de los políticos norteamericanos, familiarizados a resolver problemas en el mundo de los negocios y del mercado, aunque solo una observación puntual en la introducción, nos ofrece toda explicación a muchos de problemas de nuestra parroquia local.
Difícil aportar matices que se sustraigan al análisis del maestro y especialista. Los lectores estamos aún de subida, con una visión parcial, cuando él hace rato que ha llegado a la cima y nos cuenta el panorama completo. Un lujo, y un disfrute, leer al Sr. Portero en estos tiempos de mediocridades ayunas de criterio y perspectiva sosegada y realista.