Cuando MacNamara pedía en UN, DOS, TRES que los empleados no se levantaran al saludarle, le decía Schlemmer que ese era el problema de la democracia: antes se levantaban porque les obligaban, ahora porque quieren.
Esto es lo mismo Álvaro, ¿es la voluntad omnímoda en la democracia? El límite como sabes está en el respeto a la Ley y a los derechos de los demás (artículo 10 CE) pero estoy de acuerdo con Arquiloc (¡¡¡los estatalistas!!!), el Estado tiene límites. Debe tenerlos. Y uno de ellos es la determinación no del uniforme para ir a clase sino del uniforme para salir a la calle. Más aún, adoleces de una postura simplista en torno a lo que para ti es un principio de derecho occidental y lo que puede ser un mecanismo de de subyugación de la mujer. Pero, ¡y qué pasa con las mujeres educadas en colegios y universidades inglesas (por poner un ejemplo) y que quieren llevar el velo por recuerdo, respeto o devoción cultural? Para mi no es menos ni más peligroso que el que lleva la camisa abierta y el crucifijo en el pecho, o el que lleva tatuado la cara de JesuCristo en un brazo y no pretendo hacer cirugía para extirpar tales devociones.
Ahora bien, ya que te acuso de simplista, y pido disculpas por ello, el problema es mucho más complejo. Debías plantear antes, cuáles son los valores de la democracia? O por ejemplo si el velo afecta al Orden Público? (en el Burka no lo dudaría, no creo que podamos admitir encapuchados de ningún tipo por la calle). Cuestiones interesantes. ¿qué es cultura? Qué entiendes por cultura occidental? o española? Qué nos define como cultura? Y cuáles son los argumentos que sin ser paternalistas podemos esgrimir desde el liberalismo para prohibir estos excesos en pro de la libertad, si es que debemos prohibirlos?
Alguien se cree que cuando sean mas respetaran nuestras leyes
algun dia los los europeos tendremos que olvidar nuestros complejos si queremos que a la cultura occidental no se la engulla
¡Los estatalistas siempre conspirando contra la libertad individual!
Ahora resulta que debemos dar el poder a nuestros políticos para que regulen el vestuario de las personas.
No le corresponde al gobierno interpretar el significado del velo (o de los hábitos de las monjas) ni de regular la vestimenta. No podemos tolerar que se siga expandiendo el poder del Estado.
Que razón tienes Álvaro pienso lo mismo que tu, pero voy mas allá, a pesar de que los socialistas estén a la greña a todo lo que huela catolicismo creo que les algo deben ganar ellos cuando están tan contentos que los musulmanes entren y nos invadan el país con sus costumbres y sus velos, si no, no se entiende, que aportan esta gente a Occidente o a España que les debemos para que así sea y se tenga tanta tolerancia cuando ellos aquí hacen lo que les viene en gana y solo cogen las ayudas y asistencia medica y nunca se integran en las costumbres de ningún país, que encima parece que nosotros tenemos que ir con la cabeza cacha por donde ellos pasan
Ya se ve a presuntas esposas sumisas caminar humildemente unos pasos detrás del presunto marido, y a mamá -frenando -a -niña para que no se ponga a la altura de papá- hermanito. La gente de la gabardina y el pañuelo, pobres, ya no tienen quien las libere. Es más, la ropa, los zapatos, de las tiendas baratas van tomando un aire de made -for- islam. Y las idas del gobierno, a hacer el memo, como de costumbre.
La cortesía, el ceder el paso o el asiento, que a las feministas combativas les parecía una agresión compasiva, va a convertirse en un heroico símbolo de la lucha varonil y mujeril por el respeto y estimación mutuos.
Fuera pañolones! Fuera batones!