Exactamente eso es el antídoto contra el racismo, ver a las personas no como razas o lugares sino como otra persona, sea de dónde sea.
Todo lo demás es racismo, aunque sea discriminación positiva.
Y además de más humildad, en especial para los que nos movemos en el mundo académico, se deberían relativizar mucho más las cosas. Es decir, darles mucha menos importancia, por muy buenas y famosas que sean las Universidades, o muy buenos o famosos que sean los profesores con los que trabajas, o incluso tú. A fin de cuentas, cayendo en los tópicos y frases hechas, no somos nadie...
Según la perspectiva de un estudiante tu análisis es impecable, con tu mentalidad tolerante y tu mente inquieta en cuanto conozcas gente en sus diferentes países puedes aprender mucho. Veras que hay diferencias con los que conoces ahora, pero si no les juzgas desde tus propios criterios morales y analizas porque actúan como actúan, veras que todo tiene su razón de ser. No es ni mejor ni peor, solo la sucesión de su educación y su entorno. Pero te adelanto que tienes razón en que todos son personas, igualitas pero deliciosamente diferentes a la vez, veras que en “casi” todos los sitios hay gente buena y gente mala. Yo he tenido la suerte de conocer islas de gente sin malicia alguna, tanto adultos como niños como de otro planeta, da que pensar que sean islas, ¿verdad?.