Muy buena reflexión. El problema de España son las autonomías. Nos están arruinando y están creando las divisiones entre españoles. Hay que suprimirlas lo antes posible.
No cabe duda de que tiene usted razón y que se admira y agradece su lucha, la de los no nacionalistas. Es verdad, no todos los catalanes tienen que pagar por los pecados de sus políticos y del gobierno español, pero la verdad es que llegan las elecciones, y a quien votan es a ellos, o se abstienen. El problema es que no sólo lo pagan ustedes, sino que lo pagamos el resto de los españoles, y uno acaba cansándose y deseando que alguien por una vez nos demuestre que es verdad que los catalanes aportan más que el resto de los españoles a la caja común, y nos explique qué hace cada comunidad con el dinero. Ya sé que es mucho esperar, porque no se puede esperar nada de unos políticos que se saltan de facto y diariamente la tan manida, "sagrada", e inútil Constitución.
Señor García Domínguez: permítame que le de la razón y, a la vez que disienta de su magnífico artículo, en el que tantos ecos he creído reconocer del pensamiento de su añorado compañero y amigo Girauta.
Le doy la razón en la parte positiva y liberal aunque disienta en el metafórico rebote contra un cierto "palo al catalán aunque hable griego". Es cierto para mí que cada región debería disponer de todos los recursos propios que produjera salvo la parte de servicios comunes de titularidad estatal (al que deberían ser inmediatamente devueltas, para empezar, la totalidad de las competencias de Educación y Justicia. Creo firmemente que la solidaridad obligatoria es una grave e inútil injusticia y que cada palo debe aguantar su vela. Creo que hasta personajes tan desdichados como los histriónicos dirigentes de ERC tienen razón en este campo.
Pero, señor García Domínguez, en lo que no puedo estar de acuerdo es en cualquier tipo de comparación de dos victimismos. Porque uno es real (hay víctimas y somos los hispano parlantes) y el otro es impostado (hay victimarios y son los nacionalistas). No me parece adecuada la equiparación de la sociedad catalana con la andaluza, ni siquiera como metáfora. Ni tampoco estoy de acuerdo con el empleo del término xenofobia en un contexto, para mí, dudoso.
No puedo estar más en desacuerdo con ese tipo de comparaciónes, por otra parte tan frecuentes aquí, que lo impregnan todo.Vivo en Barcelona, y pese a poseer educación superior (es más, comparativamente muy superior), tener un razonable nivel de ingresos, un carácter sociable y abierto (aunque impaciente y vehemente), y un pasable porcentaje de apellidos catalanes, no pasa día que no tenga que tragar hiel o prepararme al combate para defender quién soy y lo que soy (cosa que aunque hago sin mayores problemas e incluso con gusto, llega a resultar cansado).
Esta ciudad, a la que llegué en el año 69, procedente de París, a pasado de ser la Barcelona de Federico a un bonito lugarejo provinciano, pagado a precio de oro, antipático, aburrido hasta la desesperación y hostil para todo el que sea español y para cualquiera que no comulgue con el nacionalismo. Aquí más vale tener mucho cuidado de con quién hablas y de lo que hablas por que puedes oír algún rebuzno. Es cierto que en general los nativos, tomados de uno en uno, no son personas repelentes o descorteses, sino todo lo contrario. Aunque cada día abundan más los que sí lo son, este no es el problema. El problema es social y político. Mi familia política, catalana profunda, adora Andalucía y todavía más Madrid, y jamás se ha visto rechazada en Madrid, Sevilla o Cadiz por ser de Gerona. Sin embargo yo, sintiéndome en un montón de aspectos mucho más cercano a una cierta forma de ser catalana que andaluza, noto continuamente la opresión. Aquí poca gente odia al diferente. Pero demasiados se odian a ellos mismos, odian al español.
Joder que rollo me ha salido, lo siento y reitero mis felicitaciones por sus magníficas columnas en este lugar. A ver si nos vemos un día de estos.
El sueldazo para el hermano de Carod en la "embajada" de París es lo que se llama "El dinero para Cataluña", si es para darle subvenciones a la hija de Chavez, que también tiene derecho al trabajo, eso es "Dinero para Andalucía", pero si por otro lado hablamos de coche con chófer, despacho, megapensión para el bellotari, eso es "Dinero para Extremadura".
Los políticos del odio sacan petróleo.
Y me gusta el punto de vista de este artículo, sobre todo después de que existe el cupo Vasco y los fueros de Navarra.
Dinero para el que lo trabaja.
Sr. Domínguez, tiene Vd. ALGO de razón en este artículo. Quizá estemos siendo ALGO injustos con Cataluña en esta ocasión, pero no por xenofobia o catalanofobia, sino porque el asunto de la financiación de las taifas, de todas ellas, está siendo especialmente perverso.
A ver, ¿cuál parece el criterio dominante a la hora de repartir la pasta?Para mi está clarísimo que favorecer el granero de voto socialista. Pero lo que ve el ciudadano medio es que desde hace treinta años se está favoreciendo a los catalanes porque lloran más y dan más la matraca, y encima son más ricos. La gente no mira a los andaluces porque ellos no necesitan llorar por las esquinas para conseguir más pasta, también hace treinta años que reciben más que los demás (¿cuando terminaremos de pagar la j_d_d_ "deuda histórica" de esos mamones?) porque son el granero principal del PSOE junto a Castilla La Mancha y Extremadura. Ni miran a comunidades como el País Vasco o Navarra, que reciben bastante más de lo que aportan, de manera especialmente perversa e injusta. Si solo por una vez los políticos catalanes se estuvieran calladitos y quietos, quizá comenzaríamos a ver lo injusto y arbitrario del sistema de financiación, y protestaríamos indignados por el reparto. Este es el banquete de los buitres, pero el más ruidoso y peleón es el buitre catalán. ¡Y encima amenaza con la independencia!
Y lo peor de todo: se están repartiendo el cadáver (España)
Pues esta vez no toca estar de acuerdo con vd, Don José. El actual planteamiento del "debate" (¿qué debate?) autonómico ha sido un dislate. El porque es claro, se ha producido una bilateralidad con Cataluña, y luego con Andalucia, y luego con el resto de autonomías repartiendo los restos del desguace.
No caigamos en lloros maniqueos por la xenofobia, porque no me consta tal cosa. ¿Que la gente se cabrea con Cataluña, más que con Andalucia?..es posible, no lo niego, pero no exageremos. Si la gente se cabrea más con Cataluña es por la labor de zapador del gobierno Montilla: a la riada de gastos de Carod a cada cual mas absurdo, se une el sentimiento por el tema del idioma, por el estatuto, embajadas etc.
Andalucia quien va a negarlo tiene sus propias raciones de podredumbre, pero al menos no tiene a políticos nazionalistas que van presumiento de bilateralidad en las negociaciones en base al zapatuto, que debe aun ser refrendado por El prostitucional (a las ordenes de usía De la Vega)
Andalucía, es un vergel en cuanto agricultura, y puestos de trabajo a mansalva en hoteles, yo me pregunto por que dicen que hay mas paro que en ninguna región de España, por que se les paga el PER. Cuando paseo por las ramblas de Barcelona, veo muchísima gente musulmana, Hindú, chinos, bueno un abanico multicolor y cantidad de foráneos no distingo de que nación, durmiendo por nuestras calles, con perros más sucios que sus amos meandose por donde les da la gana tanto a amos, como a perros, por Andalucía concretamente Málaga o no están o los tienen escondidos, yo soy una de las que están pagando impuestos para que mi calle este limpia, para poder expresarme en Español ya que vengo de padres charnegos y un largo etc De que me esta hablando ZP el incompetente de que los políticos catalanes gastaran mas y que yo seré mas pobre
El dinero va para Cataluña. Criticar que es excesivo y que sirve para comprar votos no es atacar a los catalanes no nazionalistas. Me parece que el dinero que va a Andalucía es mucho menor (mayor no podría ser), por lo que el dedo apunta, lógicamente, solo a Cataluña.
Parece lógico matizar cosas, pero no sentirse agredido cuando nadie te agrede.
Pues aquí un seguidor y crítico tuyo que dice que tienes razón. Los catalanes no son malos. Lo que está mal es la Ley. Habrá que cambiarla.
Ahora supongo que me asaltará la vicepresidenta del gobierno y con los uellos inyectados en sangre me dirá “¡Las leyes del PSOE no se tocan, rufián!”
Viva la democracia, o algo.
Salud