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Defensa de los políticos y la política

Ese nihilismo antipolítico de la derecha encuentra su fatal equivalente en la izquierda fundamentalista y su obsesión, siempre frustrante y frustrada, de que tendría que existir "otra forma de hacer política".

Agal dijo el día 9 de Julio de 2009 a las 19:47:

Gracias Espon, por haber puesto los puntos sobre las ies, sobre el partido UPyD. No obstante no puedo por menos de sentir simpatía por la facción españolista tan necesaria, con la que está cayendo, no estoy completamente de acuerdo de que a esta facción no le importe esta cuestión, ya que es base de obtención de votos, tanto de la izquierda como de la derecha

Pasionar dijo el día 9 de Julio de 2009 a las 18:35:

De acuerdo con su tesis, don José, aunque yo casi la restringiría al terreno pantanoso de la derecha. Porque la izquierda siempre hace politica, incluso cuando bucea en esos pantanos utópicos. Para la derecha grotesca que padecemos, el funesto Rajoy, lo importante es la economía, como si la economía no fuera un negociado de la politica. Tú, mi niño, dedícate a la gestión, que la politica es muuuu sucia.

Arturito dijo el día 9 de Julio de 2009 a las 15:50:

Hombre, para nihilismo antipolítico, el <a href="http://batiburrillo.redliberal.com/007782.html">no tener hijos</a>.



Espon dijo el día 8 de Julio de 2009 a las 22:53:

En UPyD hay dos sectores irreconciliables. Uno, un sector "españolista", inteligente, pragmático, consciente del enorme potencial de una opción "moderna" que defienda España de la permanente claudicación del PP y del PSOE ante el eterno chantaje nacionalista. Se trata de un sector que se plantea un objetivo tan modesto como ambicioso, tan sencillo como urgente, de ahí su enorme posibilidad de éxito.

Y luego hay un sector "regeneracionista", iluso, utópico, cuyo mantra es la lucha por una "regeneración democrática", a la que tiene que contribuir la creación de un partido perfecto, puro, gestionado mediante listas abiertas y democracia total. Esas listas abiertas, que son su obsesión, su religión, su panacea, se proyectarían del partido a la propia democracia española. Una ingenuidad total.

Aunque ambos sectores intentaron conciliarse desde el principio, en realidad se engañaron mutuamente tambien desde el inicio. El primer sector asumió la "regeneración democrática", como bandera de enganche, a pesar de que sabían en el fondo que era un objetivo que les venía enorme. El segundo aceptó la defensa de España y la lucha contra los nacionalistas, cuando en realidad es una cuestión que no les importa nada o la consideran secundaria.

Son dos sectores irreconciliables. Tienen diferentes diagnósticos, diferentes prioridades, diferentes objetivos, diferentes ilusiones ...