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Honduras y los límites de la democracia

El ahora depuesto presidente Zelaya pretendía saltarse las normas para perpetuarse en el poder e imponer su propio proyecto. Lo que ha hecho el ejército es cumplir el mandato constitucional de hacer cumplir la Constitución y la ley. Mariano Carbajales.

BALBI dijo el día 8 de Julio de 2009 a las 21:37:

Estoy totalmente de acuerdo, y es ahí, donde se ve si existe o no independencia judicial. Aquí, en España, el asunto está dudoso, blando, y hasta baboso. El poder ejecutivo mangonea al poder judicial y así nos va con Cataluña y PV. Todo por el ansia de perpetuarse en el poder. Allí, individuos como Zelalla o Chavez, se valen de una pandilla de descamisados, prácticamente anafabetos, y aquí de otros que saben leer pero no han llegado a la lectura comprensiva.
Un saludo

Agal dijo el día 7 de Julio de 2009 a las 11:16:

Detrás de la situación en Honduras hay dos problemas a) Los políticos tiemblan pensando que el ejercito puede intervenir en el caso en que se salten la Constitución y que se de por buena esta actuación. b) El golpista Chavez quiere extender su poder, con los procedimientos que sean a los países de centro y sur América, para lo cual empleará los medios que sean. Bajo mi punto de vista, y tras haber leído algunos de los párrafos de la constitución hondureña, la acción de hacer dimitir al presidente Zelaya es legítima. Su extradición, como bien apunta el artículo, sería motivo de una discusión legalista, para la que no estoy preparado, pero tengo que confesar que me gustaría tener una Constitución semejante, e incluso, que estipulase lo que se debe de hacer con los políticos que no solo la infringen, sino que malgastan y dejan de cumplir los presupuestos... (Sin señalar...)