ojala en España pasara lo mismo.
Pero el TS lo pone el partido que gobierna y hacen lo que se les manda.
Quisiera ver mas muestras de libertad en todo el mundo
Me temo que en el presente editorial se están "columpiando."
No hay golpe de Estado, cuando es el Estado: poderes ejecutivo, legislativo y judicial, quien se defiende, con las leyes en la mano, con el imperio de la ley, de un personaje que pretendía poner ese mismo Estado a su servicio, como han hecho los Cstro, Chávez, Morales y alguno más en Iberoamérica.
Hay ocasiones en que las medias tintas no están nada bien. Ésta es una de ellas.
El ejercico de la libertad en un estado democratico es una exigencia que tambien compete a las uerzas armadas.
Creo que deberiamos dejar a los hondurenos...que solucionen sus problemas (zapatero a tus zapatos).
?Que se puede hacer,quien lo debe hacer,cuando se debe hacer si en un pais-mi pais ESPANA, algunos espanoles tienen limitado-restrigido algunas libertades dentro del territorio nacional o por el contrario una determinada ideologia politica-coalicion-accion de gobierno perturba la vida politica al extremo de enrentar a unos contra otros o con esas mismas acciones se plantean a largo plazo coaliciones que van o pueden perpetuar esas limitaciones-restricciones.
?A quien se le encomienda si la division de poderes es una entelequia?
Me pueden responder, les estare agradecido.
Menos mal que me entero de lo que pasa en Honduras por Fox News y por GEES, que si fuera los editoriales de LD ... parace el editorial de Iñaki Gabilondo o de Mema Mendizabal.
Totalmente de acuerdo con Bufagraf. Bajo estas matizaciones y pegas a la intervención del Ejército hondureño (bajo la autoridad de las instituciones del Estado, no lo olvidemos), se esconde una triste realidad como es la de la asunción por la derecha de algunos presupuestos ideológicos de la izquierda. En este caso se trata de que, pase lo que pase y haga lo que haga, el Ejército es una institución demoníaca (siempre que se trate del “ejército de la clase burguesa”, pues para los ejércitos revolucionarios la legalidad de sus actuaciones se le reconocen sin más) que tendría que reservarse para los desfiles o para la defensa ante una agresión exterior, pero nunca para la defensa de la “democracia burguesa”.
Para terminar, me parece digno de todo encomio que las instituciones hondureñas defiendan a capa y espada ante el mundo la villanía de Zelaya sin plegarse al miedo a que la agitación y propaganda izquierdistas (y adosadas) lo convierta en un mártir: para los gorilas americanos será un mártir pase lo que pase y, si las democracias occidentales caen en la trampa, pues peor para las democracias occidentales (y para nosotros). Con esta actitud firme, Honduras nos recuerda que la defensa de los valores de la libertad acarrea dificultades y trampas y que el miedo solo sirve para enviar señales de debilidad a los liberticidas.
En el análisis falta un pequeño detalle por dilucidar, a saber, ¿quién falsificó la firma de Zelaya en su carta de renuncia presentada al Congreso, vilmente engañado, y con fecha 25 de junio, tres días antes del golpe?. Golpistas y simplones.
Una vela a Dios y otra al diablo...
Detener a Zelaya como manda la Constitución hondureña es lo correcto, pero no debería haberse hecho...
Sí, pero no...
De verdad, sres de LD, me han defraudado al ponerse de perfil en un asunto que de forma tan clara afecta las libertades.
En Honduras se ha hecho lo correcto, y el único error ha sido expulsar del país a quien se debería haber detenido y ajusticiado en la misma Honduras, ya que desde fuera puede propalar toda la propaganda que quiera, aparte de permitir a sus socios liberticidas el ayudarle de muchas formas que, de estar detenido, serían imposibles.
Y por cierto, el gobierno de Honduras no ha sido depuesto sino que sigue siendo el que los hondureños eligieron en las urnas, luego no ha habido golpe de estado ninguno. Simplemente, se ha retirado de su cargo a una persona que por sus actos expresamente inconstitucionales y desobediendia a la justicia, había quedado inhabilitado para ejercerlo. En cumplimiento de las leyes, Micheletti (del mismo partido) ha ocupado su puesto.
De modo que no me vengan con "la defenestración por parte del Ejército de un jefe de Estado es todo lo contrario al ideal y las costumbres democráticas, y debe ser condenado" porque se ha hecho según marcan las leyes. ¿Desde cuándo los "golpes de estado" se dan cumpliendo la ley y en cumplimiento de una orden judicial emitida por el Tribunal Supremo? No me hagan reír...
Sres. de LD: ¿No defendían la libertad? Pues no me vengan ahora condenando el imperio de la Ley por antidemocrático, y defiéndanla como Dios manda.
Un saludo.
No me gusta este artículo, parece dictado por OEA, ni blanco ni negro, sino todo lo contrario. Si un juez determina que se está cometiendo un delito y ese delito lo comete el Presidente del país, por muy electo que sea, se tiene que impedir su continuidad, si además la propia Constitución hondureña ya preve que se debe de destituir al Presidente en casos como el que nos lleva, ¿Qué es lo que propone el articulista...? ¿Que el juez acuda a fuerzas extrañas a su país o que haga lo que hizo pedir ayuda al ejercito...?. El tema de la democracia y el poder que por su mediación se ha dado o han tomado los políticos, para mi, cada día está más entredicho. Lo óptimo para un país no proviene de las muchedumbres sino de una élite de personas pensantes y preparadas, cuando el político de turno se convierte en populista está degradando el concepto democrático. La democracia no tiene nada que ver con los "Salvadores"....
"al margen de la credibilidad que merezca el documento, no cabe duda de que la defenestración por parte del Ejército de un jefe de Estado es todo lo contrario al ideal y las costumbres democráticas, y debe ser condenado." Dicho lo cuál, ¿podría usted aclararme cómo se aparta del poder al jefe del ejecutivo que, en contra del mandato del poder judicial y de las leyes que había jurado defender, pretende convertirse en un caudillo? El ejército está, no lo olvidemos, para defender al país, no sólo ante un enemigo exterior, sino también frente a quien, desde dentro del estado y prostituyendo los principios que debería defender, pone el estado y, mucho peor, la soberanía nacional, al servicio de su ambición. La actuación del ejército, al poner a un civil al frente y quedarse en segundo plano (suponemos que a la espera de una convocatoria electoral), lejos de afrentarle, le honra como garante de la legitimidad democrática y la soberanía nacional.
La democracia es el sistema político menos malo, también en países como Honduras. No podemos enjuiciar alegremente lo que pasa en este país. El editorial menciona que desde 1982 tiene un régimen constitucional, lo cual no es nada desdeñable, habida cuenta de lo difícil que ha sido para la democracia abrirse paso, también en América Central.
Cuando empezaron a llegar noticias alarmantes de Honduras, tuve especial interés en seguir los acontecimientos, porque sin duda estaban ante una crisis política muy grave. El desarrollo de los acontecimientos se precipitaron con la intervención del ejército para desalojar a Zelaya de la Presidencia, éso es innegable. No es posible ampararse en que no gusten sus patrocinadores "bolivarianos."
He leído con interés este editorial, porque he leído un artículo en Libertad Digital que sorprendentemente primaba sus simpatías ideológicas por encima de las reglas del juego democráticas. Al menos, este editorial, aunque no guste a algunos comentaristas, condena sin paliativos el golpe.