Buen apunte, señor informático multivac.
El gran error de los hondureños ha sido no seguir el camino de la Ley: destituir al Presidente mediante votación. El que los militares (qué militares tan bien mandados, por cierto) apresaran a Zelaya y lo deportaran a Costa Rica fue un error colosal. Debería haberlo detenido la Policía por mandato de un Tribunal. Acto seguido, van los Congresistas y mayoritariamente lo destituyen. Y sanseacabó. Punto final. Dejándolo libre no han conseguido más que darle argumentos a Chávez y sus secuaces para iniciar una guerra que llevan tiempo deseando, pues los tipos como Chávez necesitan sangre o si no se aburren mortalmente.
Me parece que es la primera vez en la Historia que unos militares echan a un Presidente y no toman el poder, sino que éste pasa a manos del siguiente de la lista. Esto es un hecho que hay que destacar.
Y, por otra parte, desearía que el señor Montanter fuera un poco menos comedido y un poco más claro. En este artículo parece incompleto, mutilado, digamos que autocensurado ¡Sea usted más valiente! (sin caer en la temeridad, por supuesto)
Salud
Lo primero es restituir la situación previa al golpe de estado, que se levante del sillón presidencial el usurpador y se siente el legítimo presidente de la república y entonces que se le notifiquen fehacientemente los delitos por los que va a ser juzgado, que se le garanticen sus derechos procesales y la jurisdicción competente, que se le juzgue y, si llega el caso, se le condene, al destierro, al exilio o a cadena perpetua. Pero qué es eso de que manu militari se le ponga en la frontera como si fuera un animal!!! Sólo por las formas se han retratado los golpistas usurpadores. Anda que equivocarse en la fecha de la falsa renuncia. Torpones.
El problema es que, aunque se celebraran elecciones ya, según la Constitución de Honduras el elegido no podría ocupar el cargo hasta el 27 de enero.
¿Quien somos los demás para meternos a decir lo que debe hacer un país soberano?. ¿Lecciones de qué?. ¿De intromisión ilegal?.
- Los poderes legales de Honduras, han decidido unánimemente lo que en su Constitución estiman más conveniente y san se acabó.
Los demás no somos alguien para entrometernos en asuntos hondureños, nos podrá parecer mejor o peor en comparación con lo nuestro, simplemente eso, pero eso de dar órdenes en casa ajena -ni mijita-. Respetar la soberanía, nos guste ó no, eso es ser demócrata, y lo demás -azucarillos en verbena ajena-.
Al PAN, PAN, y al VINO, VINO. Lo demás, cuentos y panfletos de -mete entrometidos-.