Absolutamente de acuerdo: La prohibición de según qué atuendos en público en condiciones o lugares que no exigen a todos unas normas de etiqueta conocidas y uniformes es una intromisión del Estado en la libertad de los ciudadanos para vestir como mejor les guste. Y esto lo podemos acabar pagando en que nos limiten lo que podemos o no comer, o leer, o dónde podemos ir.
Y, Erbilyos, como desgraciadamente muestra lo ocurrido en el Pais Vasco, las leyes pueden poco contra el miedo.
Co-acción, o co-artada es la de Sarkozy. Es como decir: Hay alguien fuera de vuestro velo, podéis salir y no estaréis del todo desamparadas. Hace muy bien; es triste ver a las hijas con más velamen que las madres. También pasa entre las occidentales: el retorno del taconazo, del maquillaje, el peinado complicado, la ropa superceñida y superescotada y superincómoda, para la imagen, para la mirada de un hombre que no sabe mirar, y no para la vida
Creo que el sr. Esplugas peca de una ingenuidad típica de cierto liberalismo, no en vano el liberalismo radical (otra cosa es el liberalismo conservador) no es más que una rama del utopismo progresista antroplógicamente optimista. Sin duda que algunos musulmanes (y musulmanas) residentes en Occidente se occidentalizan plenamente, pero la mayoría no lo hacen, o sólo lo hacen en algunos aspectos superficiales. Tuve un amigo (muy buen chaval por otra parte), hijo de un influyente miembro de la comunidad palestina de Madrid, al que le encanta el heavy metal, la comida basura (siempre que no lleve cerdo) y los pantalones vaqueros y habla perfectamente inglés y francés y algo de alemán, además de español, claro, pues nació y ha vivido siempre en España y es de nacionalidad española; por lo demás es un fanático musulmán y un antijudío furibundo...y eso que su madre (y por tanto, toda la familia de su madre) es una española "cristiana" (conversa al Islam al casarse, por supuesto).
Yo reconozco que en estas cosas soy muy "medieval" y por tanto muy anti-liberal y anti-universalista: no me importa que haya musulmanes en Occidente, incluso rigiéndose entre ellos por sus propias normas, pero sometidos a la mayoría "cristiana" u occidental de la sociedad en la que vivan, la cual, entre otras cosas, impondría a la minoría islámica límites de crecimiento demográfico.
Y es que aquí el liberalismo es víctima de sus propias contradicciones: la muy liberal acogida de inmigrantes con casi plenos derechos de ciudadanía puede implicar el final de la sociedad liberal.
Es el problema de los dogmatismos ideológicos.
Estupendo artículo. Sin duda optimista; y no le falta razón. La cultura islámica aún no ha llegado a la etapa de la Ilustración, mientras que la cultura occidental lleva ya varios siglos de ventaja en cuanto a derechos y libertades. Cronológica e ideológicamente es superior y con más capacidad de impregnar a las personas allí donde se da. Y donde no se da también, (caso de Irán)
Sólo existe un problema; el complejo de superioridad occidental que hace que muchos se sientan culpables por vivir en una sociedad desarrollada y respetuosa con el individuo. Ésos se dedican a ensalzar la "diversidad cultural" e incluso a tachar a Occidente de "imperialista" La izquierda (cómo no) occidental es la verdadera quintacolumna de la barbarie islámica.
Albert,
Me gustaría comentarte que aprecio enormemente tus artículos, aunque en muchas ocasiones no esté plenamente de acuerdo con ellos.
Pero aún así, me encanta comprobar que existen personas que conciben la libertad como referente principal en sus acciones o pensamientos, aunque a veces la misma no concuerde con la inmensa mayoría o con lo considerado políticamente correcto.
Yo me considero liberal, pero no sólo para lo que conviene, sino para todas las situaciones. Y creo que tú eres un ejemplo a destacar de lo que es la libertad, o de lo que yo entiendo por ella. Sirva este artículo como referencia de lo que comento.
Seguiré leyéndote con atención.
Muchas gracias y un saludo.
No dudo de los encantos de nuestra cultura para la gente del mundo musulmán, pero creo que la minoría fundamentalista, junto con los grupos partidarios o simpatizantes del yihadismo, son capaces de mantener a raya a los suyos si se lo proponen. Me gustaría creer que la mera competencia es la solución, pero lo dudo, porque tu cálculo no tiene en cuenta un poderoso factor (factor que explica, por ejemplo, lo que ha pasado en el País Vasco durante décadas). Ese factor es el miedo. Puedes llamarlo cobardía.
Por lo demás, está bien argumentado tu artículo.
Muy interesante su artículo con una visión francamente optimista sobre la islamización de Europa. Yo también he pensado muchas veces que nuestra única alternativa es que las futuras generaciones de musulmanes se occidentalicen. Sin embargo, y mientras tanto, opino como Oswald, no ceder ni un ápice en todas aquellas cuestiones que signifiquen un choque o contradicción entre nuestras leyes y costumbres y las leyes islámicas. No vamos ahora en nombre de la libertad, a volver a las cavernas del siglo IX, lugar en el tiempo exacto en el que se encuentran los musulmanes.