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Cincuenta años de terror

Resulta muy difícil que los socialistas acaben con ETA, porque nunca han mostrado voluntad determinante de hacerlo, ni en 1982 ni a partir de 2004. Más bien han combinado la lucha policial con la negociación y pactos con la banda, y eso siendo generosos.

Ethelwir dijo el día 13 de Junio de 2009 a las 15:27:

A los socialistas no les interesa acabar con la ETA porque así la tienen ahí para cuando les convenga. Cuando consideren que los pactos con los terroristas les darán votos, recurrirán a ellos. Si por el mismo motivo interesa detenerlos, harán redadas para convencernos de que los persiguen sin cuartel. Además ¿quién puede garantizarnos que no siguen en tratos con los terroristas?

quasimod dijo el día 13 de Junio de 2009 a las 12:58:

Bienvenido sea GEES al club de los que llevamos diciendo eso desde hace ya muchos años.

No podrán terminar con ETA, partidos políticos que en la clandestinidad invitan a sus congresos y aplauden en ellos a los terroristas de ETA, y todos sabían que ETA era una organización terrorista marxista-estalinista nacida de la buena acogida que en determinados sectores de la Iglesia -y en particular de la Iglesia de Vascongadas- había hacia el marxismo recién celebrado el Concilio Vaticano II, que lo que pretendía no era terminar con el régimen de Franco, cosa que sabían unos y otros que desde 1952 (Convenio USA-España, Concordato con la Santa Sede) era punto menos que imposible desde fuera -hubo algunos intentos desde dentro, pero infructuosos-del franquismo. Y la razón es sencilla, en cualquier caso les pueden sacar las vergüenzas, en el caso de que les quedara algún rastro de ella.

Buena prueba de ello, conviene no olvidarlo, es que la propaganda, que dominan tan bien las izquierdas, logró difundir en los años 60 y 70 la idea de que los atentados de ETA eran "fascistas". Y la gente se lo tragaba, pese a que ETA insistía en sus comunicados y mensajes internos en su condición de marxista. Pero entonces, claro, todos esos partidos se definían como marxistas, pues no fue hasta la debacle del PSOE tras el referendum de 1976 y las elecciones de 1977, cuando "oficialmente" -por estrategia electoral, sin duda, que les dio resultado, en un Congreso, el PSOE abandonó formalmente el marxismo de sus estatutos. Fraga, por cierto, con la caridad de ideas que hasta no hace mucho ha tenido en el análisis político -la edad, don Manuel, nos llega a todos, y el momento para abandonar, también. Cuando uno se empeña en seguir a pesar de la edad y la natural disminución de facultades físicas y mentales, puede resultar patético; por el contrario, si uno sabe retirarse a tiempo, siempre será reverenciado como un patriarca- lo calificó como un programa de "minimos", esto es, instrumental, hasta conseguir el objetivo máximo.

Como solían terminar las "hazañas de un personaje de tebeo -me revienta lo de cómic- como el rústico aldeano "Agamenón": "Igualico, igualico que'l defunto (de) su abuelico".

Pues eso, que bienvenidos al club. Pero la verdad es que los esperábamos mucho antes.