Buen análisis. El problema del PP no es tanto la mediocridad de Rajoy y de la gente que lo rodea (la Soraya, la Cospedal, los Moragas y otros "ilustres" varones) sino el gigantesco poder mediático del PSOE. NO hay en Europa un partido que tenga a su favor TODAS las televisiones nacionales: esta es una anomalía del sistema que el PP debe corregir cuanto antes. Ni en Venezuela el golpista Chavez tiene tanto poder televisivo.
Hola Guillermo! Soy Alfonso Sánchez Luna y por fín he podido acceder, en cuanto a tu artículo no creo que el PP cambie ahora de estrategia, el mensaje es si no contamos con los nacionalistas moderados (en concreto CIU) no es posible tirar a estos tios del machito. Desgraciadamente el clima político entorno a la idea de la nación española está tan devaluado que no me hago ilusiones, mi impresión es que Rajoy y los suyos están esperando la resolución del tribunal constitucional sobre el estatuto de cataluña, si como todos esperan este sale "cepillado" de los elementos más chirriantes con la constitución, pronto veremos acuerdos tácitos entre PP y CIU.
El "yerbajo" es también el cacique y fuma un puro delante de la plantación que cree suya. Mediocre, corta todas las buenas plantas que le hacen sombra, y ampara la proliferación de pequeñas yerbecillas oportunistas. Imagen también de lo que es España. Simil vegetal y vegetativo de una nación parapléjica.
Existe un dato en estas Elecciones Europeas al que nadie le ha prestado atención.
En los paises europeos las diferencias entre derechas y socialistas han estado en 12 puntos aproximadamente.
Sinembargo en un pais que "gozó" de un régimen socialista y por tanto totalitario durante 30 años, Polonia, la diferencia entre socialistas y derechas ha sido de ¡49 puntos! a favor de los últimos.
La lectura sobre esa grandisima diferencia no revela que los que "gozaron del paraiso socialista", los polacos, saben muy bien elegir por la cuenta que les trajo el "disfrute" pasado y han votado a los que impiden que el socialismo siga repartiendo prebendas entre sus dirigentes, que cuando consiguen el poder viven como reyes a costa del pueblo; ya no creen a los que se llenan los bolsillos de dinero y la boca de mentiras predicando que son el amparo de los obreros.