Soy una defensora convencida del bilingüismo en Galicia y de la libertad para elegir hablar el idioma que a cada cual le venga en gana. Aunque estoy de acuerdo con todo lo dicho de Feijóo, lo siento, pero el gallego no es un dialecto, es una lengua.
Para mí quedó retratado en la foto de los incendios de Galicia,con traje impecable y una manguerita de regar el cesped dispuesto a combatir el fuego. Blandito.
Gracias a ayuditas como las de Feijóo, Pastor y Gayardón, mi duda en las europeas es si votaré a Alternativa Española o a Familia y Vida.
Desgraciadamente, Don Pablo, la equidistancia política, en este caso, no se entiende sólo "desde el desmayo intelectual y el desfallecimiento moral más absolutos". Decir traición es insuficiente, pues no se debe a debilidad sino a simple y directa CONNIVENCIA. Son tan equidistantes como el "poli bueno" del "malo". Su "equidistancia" es cálculo, no mediación. Complicidad, o al menos, colaboración en los mismos fines. El conchaveo precisa de un paripé, de una representación ritual de juego democrático. Juego y "representantes" en el peor sentido.
La lógica de todo está en el apuntalamiento del Nuevo Régimen, la Gran Teta que dará de mamar a todos estos Grandes Mamíferos (se puede usar otra expresión). Ellos, Don Pablo, van en el mismo barco (pirata), y los ciudadanos nos hundimos viendo la tele en la misma chalupa sin tapón. Los listos ya huyeron al barco.
Equidistante no, hay que llamar las cosas por su nombre: felón, traidor, indigno y mentiroso. Es la quintaesencia del PP, empeñado en apuñalar todo principio y pisotear a sus votantes.
En estas europeas hay que votar, pero desde luego no al PP.
De lo que es capaz Feijóo ya tuvimos una prueba con el congreso de Valencia y la defenestración de San Gil. Lo que no alcanzo a entender es que si ganan las elecciones con declaraciones en línea con los principios del PP de siempre luego hagan lo que hacen. ¿Qué les pasa?
Hola Pablo.
Nunca me ha gustado éste Feijoó, nunca. Esto empieza ahora, estoy seguro de que, además de lo de la política lingüistica, ha mentido en muchas otras cosas.
Evidentemente, no es que prefiera que hubieran ganado los sociatas + los nacionatas, no. Pero Feijoó nunca ha dicho la verdad sobre sus verdaderas intenciones, y se irá viendo con el transcurso del tiempo. Acaba de caer la primera gota, dentro de poco lloverá.
Un abrazo.
Feijóo ganó Galicia con unas octavillas que sacudían el fantasma de la expropiación de tierras, más aún que con las proclamas de respeto constitucional a las lenguas del país. Así que ya podemos temblar por nuestras lechugas y nuestros grelos de la huerta.