Como desaproveché la oportunidad de comentar tu anterior artículo sobre la Leyenda Negra, aprovecho ahora. Ciertamente hay un buen puñado de eruditos hispanistas que tratan de buscar la verdad sobre España, con curiosidad, honestidad y en numerosos casos con un nivel que les convierte en referencia obligada para nuestros propios investigadores. Sin embargo, los ingleses, universitarios o no, académicos o no, que aún no han traspasado la cáscara del tópico, que son todos los demás, y que no conocen la pulpa del interior, de diferente color y textura, no tienen interés en conocer nuestra historia ni nuestra cultura, para ellos mucho más exótica que para nosotros la suya. Sólo quieren recrearse en esa imagen que tanto les gusta conservar, confirmar sus prejuicios, sancionar los tópicos y punto pelota. No he estudiado en Inglaterra pero he conocido a muchos ingleses y angloamericanos, la mayoría universitarios, que comparten visión en buena medida sobre nuestro país. La reciente película sobre la reina Elisabeth viene a confirmar que el sentimiento de superioridad no solo va más allá de sus justos términos, sino que es incluso retroactivo, al aplicarse a una época en que Inglaterra (una Inglaterra que aún no había visto nacer a Newton ni a Darwin) casi no pasaba de ser un "rogue state" dedicado a la piratería y al sabotaje de la primera potencia de la época. El tema de la Inquisición está grabado a sangre y fuego en el imaginario colectivo de los ingleses, a pesar de que fuera bastante menos cruenta e irracional que la caza de brujas desatada en los países del norte y centro de Europa. El atroz método inglés de ejecución conocido como "Hanging, Drawing and Quartering" (que incluía la castración en vida), vigente hasta fecha tan tardía como 1870, no tenía equivalente en España, esa nación tan bárbara, exótica, opresiva y atrasada. Mis amigos ingleses universitarios no habían oído hablar de Benito Pérez Galdós (a menos que estudiasen filología española), pero se sorprendían de que yo conociera a Saki a Chatterton o a Pope sin haber estudiado literatura inglesa en la universidad. Eso sí, todos conocen, aunque sea de oídas, a Federico García Lorca. Vicente Alexandre o Jorge Guillén, por supuesto, no interesan; a ellos no los fusilaron los fascistas; y lo que no cuadra con el tópico, se ignora y santas pascuas. Por cierto, en el artículo anterior mencionabas unos nombres de hispanistas anglosajones, pero olvidaste mencionar a los que tienen más predicamento y más lectores en España (ya sabes a quiénes me refiero).
Venga, un saludete desde Madrid.
Iba a decir que no sé si ese hecho aislado compensa todas esas cosas negativas. En cualquiercaso yo no tengo ni mucho menos anglofobia, pero sí es cierto que parte de la sociedad británica tiene una visión exótica y romántica de España y esa visión es bastante dañina, ya que con lo desgraciadamente catetos que somos en este país, el punto de vista de un un extranjero como Paul Preston o Ian Gibson tiene mucho más valor que el de algunos reputados historiadores Recuerdo un documental de channel 4 sobre Al Andalus, (el tono fantástico y exótico que le daban era descarado) colgado en una página de un colectivo nacionalista-independentista-islamófilo-antisemita-andaluz.
Tenía por título "recuerdos de al andalus"
En el tema islámico los británicos alimentan a ese tipo de colectivos con sus especulaciones y su fascinación sobre el mito de las tres culturas.