Tiene razón el sr. Maestre. Sin embargo, en vez de caer en el nihilismo de la abstención y la apatía, deberíamos impulsar movimientos que busquen terminar con la omnipotencia de los partidos políticos actuales. En mi opinión, estos movimientos deberían propugnar:
- Candidaturas con listas abiertas, para que los elegidos representen de verdad a sus electores y haya mayor riqueza de opinión en el Parlamento y no tanta disciplina de voto.
- Reconsideración de las circunscripciones electorales.
- Supresión total de las subvenciones públicas a los partidos y sindicatos. Éstos deberán vivir de sus afiliados y donantes.
- Recuperación de la independencia del Poder Judicial.
- Recuperación por el Estado Central de muchas de las competencias transferidas a las Comunidades Autónomas, sobre todo Sanidad y Educación.
Quiero creer que empiezan a surgir movimientos de este tipo e Internet tiene mucho que hacer en todo ésto.
Quizá no esté todo perdido ....
En Europa, desde hace ya mucho tiempo, existe una clara voluntad de suicidio, que la actual crisis puede aumentar poniéndola en el último tramo del disparadero.
Qué lejos en el tiempo y en las ideas de los grandes políticos que la impulsaron, allá en la década de los años 50 del pasado siglo.
Y no es sino consecuencia del triunfo en la política europea de las ideas pseudoprogresistas alimentadas desde la masonería y la izquierda, que no siempre tienen que ser divergentes, contando con el acomplejamiento de la derecha europea en general, que sigue pensando en que tiene hacerse que perdonarno sé qué ante la izquierda, cuendo el myor monstruo genocida estuvo desde luego en el lado de la izquierda europea, Stalin. Sin embargo, la estética nazi está proscrita en toda europa, y está bien prohibida; en cambio, la estética comunista, sea pura, o revestida de ecologismo sandía, está en alza, protegida y poniéndose como ejemplo a las nuevas generaciones. Debería estar igualmente prohibida, pues las más negras páginas de la historia europea fueron escritas por esa izquierda.
Y para terminar de arreglarlo, el islam, sembrando europa de bombas, de hacer caso a la afirmación de un influyente político del norte de Africa, islamista, que no tuvo empacho en afirmar: "Nosotros no necesitamos poner bombas, "LOS VIENTRES DE NUESTRAS MUJERES SON NUESTRAS -¿MEJORES?- BOMBAS"
Y esta vieja Europa, asistiemdo impasible a sus propias exequias, cual ya hicieran algunos literatos vivir a sus protagonistas en la ficción, y algunos de ellos mismos parece que en la propia realidad.
- ¿Hasta cuándo?
- Falta, en mi opinión, muy poco tiempo. El que tarde en darse forma al ingreso de Turquía en la UE, que coincidirá según caminan las tendencias político-religiosas en ese país, con una acentuación del fundamentalismo integrista radical islámico. La `pena es que ahora no contamos ni con un Carlos de Gante, ni con unFelipe II, ni con un Juan de Austria, ni con un Alvaro de Bazán, ni con un Cervantes que nos lo narre de primera mano.
Olvidadas las raices cristianas de Europa, que jamás podrá entenderse sin el cristianismo,
Muy bueno él articulo Don Agapito
También tiene usted razón, praelca.
Es eso mismo lo que yo vengo denunciando y demandando por estos territorios virtuales de internet y en conversaciones con amigos.
Pero se habrá dado usted cuenta de que ahora mismo los partidos políticos y los sindicatos nos tienen de rehenes. La pena es que al otro lado no hay quien negocie por la biertad de los rehenes, porque todos, aboslutamente todos están a la espera de llegar las ubres del Estado para aferrase a ellas como sanguijuelas en sangría.
Y lo peor de todo es que a muchos millones de rehenes les gusta el papel que les han asignado en este teatro de la pseudodemocracia.
Con estas mimbres ¿qué cestos podremos hacer?