Señor García Domínguez, enhorabuena por su artículo, magnífico como todos los suyos.
No echo de menos los artículos de Girauta, usted escribe mejor, no se enrolla como el otro, y va directamente al grano.
Paro ya, que el halago debilita.
Salu2
Puesto que la Iglesia predica la abstinencia, nadie se ha contagiado nunca de SIDA por hacerle caso, sino por no hacérselo. Tampoco apoya las campañas de "sexo seguro" porque son falsas: deberían llamarse de "sexo menos inseguro". Por menos han retirado campañas publicitarias por publicidad engañosa.
Y entretanto las monjas atendiendo a los enfermos terminales, y los progres afirmando que la Iglesia es responsable. En fin, el asco habitual.
El individuo Herrera es el paradigma del parasitismo, de la ineficacia, de la inutilidad de una vida política, de la levedad del ser (aunque ese título lo ostenta Zetaparo...), de la eterna infancia en que algunos militan.
Bien por el artículo
Coincido casi completamente con vd.
Únicamente discrepo de su afirmación según la que "la Iglesia católica se muestra refractaria al uso de cualquier tipo de anticonceptivo en las relaciones sexuales", más que nada por lo que tiene de excesiva simplificación de la postura de la Iglesia y de falacia central sobre la que se basan muchos de los ataques que ésta recibe.
La Iglesia sostiene dos posturas similares, pero no iguales, dependiendo de a quién se dirija (si a los católicos o a todo el mundo, católico o no):
- La menos restrictiva (que se atiene únicamente a la Ley Natural) es la que centra su discurso cuando habla para todo el mundo, sin distinción. Básicamente consiste en la política ABC de prevención del SIDA (Abstention, Be faithful, Condom) por la cual recomienda Abstanción, para quien no se abstiene recomienda Fidelidad, y para quien ni se abstiene ni es fiel recomienda usar condón.
- La más restrictiva (que se ajusta concretamente a la moral católica) es la que centra su discurso doctrinal a la comunidad católica en concreto (y a quien quiera oirla, claro). Esta otra postura sólo admite como admisible la "A" y la "B" del "ABC" (la "A" fuera del matrimonio y la "B" dentro) ya que sitúa las relaciones sexuales extramatrimoniales y las que excluyan la posibilidad de procrear (es decir, con condón) como contrarias a la moral católica. Los católicos y no otros son los que debemos atenernos a esa doctrina, mientras que para los no católicos se recomienda el ABC (como política eficaz en la lucha contra el SIDA, dirigida a católicos y no católicos).
Digo todo esto más que nada porque, por enésima vez, las palabras del Papa han sido sacadas de contexto, tergiversadas, recortadas y reconstruidas (es decir, reescritas) para poner en su boca lo que no ha dicho.
Según los medios, el Papa dijo: "no se puede superar la enfermedad (del SIDA) con la distribución de preservativos" pues, "al contrario, aumentan el problema" (copiado de la noticia en LD)
Cuando en realidad, el Papa dijo: "Diría que no se puede superar el problema del Sida SOLO con eslóganes publicitarios. Si no está el alma, si no se ayuda a los africanos, no se puede solucionar este flagelo SOLO distribuyendo profilácticos: al contrario, EXISTE EL RIESGO de aumentar el problema." (las mayúsculas son mías).
(obtenido en: [http://www.zenit.org/article-30650?l=spanish], donde está la respuesta completa)
Un saludo.
Me interesa decirle que su artículo ,que es una andanada a las gansadas del tal Herrera, es magnífico.
Echo de menos a los pastores de la Iglesia ,que seamos los laicos los encargados de hacer llegar al gran público las manifestaciones ,afirmaciones e informaciones de todo lo relacionado con la Cátedra de San Pedro. LLevo mucho tiempo asistiendo a la Misa dominical sin que ningún cura diga algo sobre el aborto, ni sobre la eutanasia, ni sobre éso de la ciudadanía ni sobre estas palabras tergiversadas del Papa ni ............
Los hay que por ser políticamente correctos hablan de las tribus de Israel o de lo buenos que debemos ser para merecer el Cielo, claro que sin enfrentarse al poder que éso afea y además le pueden señalar.
Muy bien su artículo. El problema, sin embargo, no es que se tengan principios. El problema es tener principios católicos. Me explico: si cualquiera defiende los preservativos, el aborto, el divorcio de los matrimonios (no el divorcio laboral=despido; que es imposible), el comunismo ( a pesar de haber asesinado a millones de personas; encarcelado a otros millones, etc., ejemplos actuales Cuba, China, Corea), el socialismo zapateril, ese cualquiera tendrá todos los plácemes de prensa escrita, radios y tv autodenominadas independientes o progres.
Si, en cambio, se defienden principios de inspiración católica,¡ay, amigo! te has caído con todo el equipo. ¡Es que no tienes ni derecho a hablar! Y entonces, los parlamentos "democráticos" te condenan. Pero, claro, como usted dice, es que no tienen otra cosa de qué hablar, pues nuestra querida España, no tiene ningún problema. La educación va imparable a la catástrofe; el paro ...; la economía ...
Gracias, de nuevo, y un saludo.---
¡Enhorabuena por su artículo tan sencillo y tan magníficamente desarrollado!
Además de haberme gustado el artículo; lo que más me gusta es que LD haya hecho justicia con uno de sus mejores columnistas - por no decir el mejor, para que no se ofendan los magníficos analistas de este diario- y le hayan dado a escribir un artículo más cada semana. Si fueran dos más, señores de LD, mejor
¡Pero que afición ha entrado en este pais, el mas católico del mundo, a poner de repente la proa a todo lo que viene del catolicismo?. Yo creo en lo que dijo Pizarro: un electorado así no hay que tomárselo en serio.