Hombre, los de la Lliga no tuvieron que escoger entre la pàtria y el patrimonio. Más bien, entre pasarse a los nacionales o quedarse en zona roja a dos metros bajo tierra y no muy vivos.
Recuerdo una conversación con un entrañable ancianete de la burguesía catalana, en el que decía que él, de joven, era de la Lliga, pero al llegar julio de 36 no tuvo más remedio que pasarse y apuntarse a la Falange, en el Tercio de Montserrat.
Buen artículo.
No te quiero fastidiar el chiste, pero creo que te has pasado un poco. España no es esto, no era esto...
España es fundamentalmente la pena de grandes intelectuales y poetas de compartir tierra y aguas y bosques y llanuras con gente de tan baja estofa, gente tan perdida e insoportable como Chaves o Pepiño en su pepiñez o ZP. La prueba de lo que digo la encontramos en casi todas las naciones hispanoamericanas: los peruanos, argentinos o mejicano buenos, inteligentes y hasta un poco racionales sienten este mismo pesar por su país que los españoles. Estamos muy mal acompañados, ese es el problema.
Salud.
Gracias, Don José por aclararnos una vez más las esencias españolísimas del catalanismo nacionalista.
Hay que reconocer que acaba usted de marcarse oto artículo de primera. Saludos.
¡Ah! y si puede digale a Girauta que a él también lo queremos y que no se nos haga el facoquero (o jabalí africano), si no quiere que le de caza el tipo ese del CESID.
"Sembrao" Pepe. Ha estado Vd. sembrao, como siempre ¡Coño! si es que estos palurdos son así...
Le das recuerdos a Juan Carlos, algunos le seguimos esperando por aquí.