Si yo fuera socialista
Si yo fuera socialista votaría en blanco en las próximas elecciones. O me iría a la playa que, por entonces, ya estará caliente. Hombre, también cabe otra cosa, ciertamente. Echar a Zapatero.
Si yo fuera socialista, preguntaría a mis dirigentes –o lo que sean, porque en realidad no fueron elegidos directamente con los medios que hay hoy para poder hacerlo–, si es que no vieron la crisis que se venía encima porque carecen de expertos económicos, porque la vieron pero no la consideraron de importancia, porque la vieron pero intentaron ocultarla a los ciudadanos por creer que les perjudicaba electoralmente o si es que sencillamente se les pasó por alto. Lo cierto es que toda la vida de mi familia ha quedado perjudicada por aquella ocultación. Como me decían que la catástrofe era un invento de la oposición, es natural que dedujera la maldad inevitable de los populares y no considerar necesario adecuar mis recursos a la situación. Por tanto, si yo fuera socialista, hoy estaría básicamente peor que antes de la crisis.
Si yo fuera socialista, preguntaría a Zapatero en qué ha cambiado Estados Unidos desde la elección de Obama. Antes de la era del hawaiano, Estados Unidos era nuestra gran cosa mala que había que combatir, una especie de belcebú moderno con bandera, una estructura explotadora del planeta que sostiene a dictadores, arruina el medio ambiente produciendo el calentamiento global, que divide el mundo en ricos y pobres esquilmando los recursos de los países tercermundista y que cuenta con agencias internacionales de espionaje y sabotaje que hacen temblar la democracia, un sistema en el que no creen o, a lo sumo, utilizan desde sanedrines ocultos como la Trilateral y otros inventos. Pero, desde que llegó Obama, Estados Unidos parece otro país. Hasta la guerra de Afganistán parece menos guerra aun con más efectivos militares y lo de Irak parece que se arregla. Si no fuera una barbaridad, incluso creo que Zapatero me está transmitiendo la idea de que Obama es socialista, pero claro eso no lo puedo demostrar porque, como todo el mundo sabe, ZP habla en general de lo general.
Si yo fuera socialista, preguntaría a los altos cargos del PSOE que deciden las cosas –porque yo ni decido ni he decidido nunca nada– por qué se han dado cuenta tan tarde de que el Gobierno no funcionaba bien y han tenido que arrostrar una crisis en plena Semana Santa. Ya, sí, lo sé, el momento es elegido para que la gente esté menos atenta entre el bramido de los tambores y el desgarro de las saetas. Todo el mundo sabía de la chulería sectaria de la Maleni, de las fallas curriculares y la superficialidad banal de Bernat Soria, de la insoportable apatía de Solbes, de la vaciedad clamorosa de la ministra de "Igual dá" –hasta mis compañeros y yo nos preguntamos cómo es que los padres no tienen que estar enterados de los abortos de sus hijas de 16 años–, (pero, anda, esta no ha sido sacrificada) y la confusión mental a cuenta de la ideología barata de la Cabrera, de buena familia y mala cabeza. Eso se sabía desde antes de las elecciones, pero tras las elecciones, volvieron a ser nombrados ministros.
Si yo fuera socialista, preguntaría a mis gerifaltes cómo es que tras la debacle de la caja de Castilla-La Mancha, que casi nos habrá quitado la victoria en las próximas generales y autonómicas manchegas, se descuajaringa Andalucía arrancando a Manolo Chaves del poder directo político de la Junta de Andalucía y haciéndolo, además, de un modo anómalo. En mi humilde opinión se ha dado la impresión de un acto de fuerza, de un ordeno y mando de Zapatero sobre el bueno de Manolo, al que se ha querido defenestrar hacia arriba para reordenar el poder que viene del sur y hacerlo afín a Zapatero. Pero, ¿no saben que eso puede costar una guerra civil y, consecuentemente, la pérdida de votos en las próximas generales y andaluzas? ¿Es que no han reparado en que los tres pilares del Sur, Extremadura, Andalucía y Castilla la Mancha, están a punto de perderse por vez primera en casi treinta años? ¿Saben qué ocurriría si la derecha española reconstituyera su eje meridional, desde Extremadura hasta Valencia, con adelantados en Castilla León y Madrid?
Si yo fuera socialista y tuviera medios para influir o para expresar mi opinión dentro de mi partido, les diría que parece que se han vuelto locos. Ya lo dijo Iñaki, aunque lo dijo antes de saber que su hermano iba entre los ministrables. Uno no entiende nada, no sólo porque no le expliquen ni le informen de nada, sino porque lo que hace el PSOE desde hace mucho tiempo es ininteligible, caótico y arbitrario. Así las cosas, si yo fuera socialista votaría en blanco en las próximas elecciones. O me iría a la playa que, por entonces, ya estará caliente. Hombre, también cabe otra cosa, ciertamente. Echar a Zapatero. Pero si ni siquiera Chaves ha podido resistirse, ¿qué voy a hacer yo, un machaca de la base, un peón, un bulto?
Bueno, sí. Hay una tercera. Rosa Díez.
Y una cuarta: votar al PP en secreto para provocar la crisis total y así hacer posible que el sentido común vuelva al PSOE. Dolerá un poco el hígado pero...
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