Aun si diéramos por válido el propio auto de Garzón, queda en evidencia que no estamos ante un caso de financiación irregular de un partido, tal y como ocurriera en Filesa, sino de corrupción a título estrictamente individual.
EDITORIAL
Compartir
Tuitear
Enviar
Enviar
Arra dijo el día 1 de Abril de 2009 a las 09:13:
Es un gran editorial. Jurídicamente impecable. No sé por qué alguno se escandaliza de lo dicho aquí, porque realmente es lo único sensato que se puede decir. Salvo que a alguien le guste recibir querellas
Es un gran editorial. Jurídicamente impecable. No sé por qué alguno se escandaliza de lo dicho aquí, porque realmente es lo único sensato que se puede decir. Salvo que a alguien le guste recibir querellas