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Amando de Miguel

La magia de los números

Antonio Carrillo Oller atestigua que esa extraña unidad de peso "cuarto y mitad" que atribuyo yo a los madrileños, también se dice en Almería. ¿No será esa unidad el equivalente de la libra?

Antonio Jorge Serra Mallol (Valencia) da una interpretación cabal de la superstición del número trece. Por lo visto, los antiguos sumerios contaban con un sistema docenal y su semana era también de doce días. De ahí que el día decimotercero era como nuestro lunes de vuelta al trabajo. De esa misma tradición procede que nosotros contemos los huevos y algunas otras mercancías por docenas. Redarguyo que ese cómputo obedece más bien a la facilidad que tiene el número doce de ser dividido en dos mitades sucesivas y dar números enteros. Así, tres huevos es la cuarta parte de una docena. Esa misma utilidad tiene la convención de dividir el día en 24 horas o en dos mitades de 12. Puede que los sumerios aplicaran esa misma regla práctica al cómputo de la semana.

Sobre las adversidades del número 13, Ángel Serrano me dice que el año pasado se cumplió el 50º aniversario del combate de Edchera, en las operaciones de Sahara Sidi-Ifni. En ellas la XIII bandera de la Legión fue diezmada el 13 de enero de 1958.

José Mª Navia Osorio transmite la opinión general de que la mala suerte del número 13 es que se refiere a Judas en la Última Cena. El de Oviedo suscribe la interpretación de que, en tiempos de lo romanos, los Idus caían en el día 13 de ocho meses, si bien el famoso de marzo (fatal para César) cayó en 15.

Juan José Garaeta razona que "el número 13, al menos en el aspecto militar, no era tan maléfico para los romanos. Así la Legión XIII, creada por Julio César, fue su favorita y tuvo una larga duración. En cambio, hubo tres legiones que fueron eliminadas por los bárbaros, la XVII, XVIII y XIX".

Miguel Marqués Romero (Valencia) entiende que la superstición del número 13 proviene de la forma de contar de los antiguos mesopotámicos. Contaban con las falanges de los dedos de la mano y llegaban a la docena como unidad básica. Así pues, el número 13 significaba el desorden, la mala suerte.

Araceli Taberner Ortiz (Albacete), profesora de Matemáticas conversa con sus alumnos sobre si se debe decir "dividir entre" o "dividir por" seguido del divisor. Muy fácil. Ambas formas son lícitas y suenan bien. En el caso de "dividir por la mitad" quedaría muy feo decir "entre las dos mitades". Cabe también dividir algo "en" porciones. Quizá, cuando quede claro que se reparte algo, sería mejor decir que "se divide entre varios". Pero en el caso más común de una operación matemática queda mejor el que se divida "por" el divisor.

Antonio Carrillo Oller atestigua que esa extraña unidad de peso "cuarto y mitad" que atribuyo yo a los madrileños, también se dice en Almería. Supongo que asimismo habrá sido corriente en otros lugares de España. No me queda claro si es "un cuarto de kilo más medio kilo" o "un cuarto de kilo más un octavo de kilo". Espero que alguien me lo aclare. ¿No será esa unidad el equivalente de la libra?

Enrique Yuste me pide que le aclare el capricho de los números: ¿por qué se dice "once, doce, trece, catorce, quince" pero "diez y seis, diez y siete"? Lo ignoro. Espero que algún libertario de ciencias nos lo aclare. Supongo que la cosa viene del latín, pero a saber por qué los romanos siguieron esa pauta.

Rafael Cano comenta que no es fácil aceptar lo de "m€" como un millón de euros, pues en el Sistema Internacional de Unidades "M se lee mega, mientras que m o mili significa milésima". Añado que lo de las iniciales no se resuelve tan fácilmente pues M puede significar madre de una orden religiosa, Madrid (matricula de coches), Majestad, marco (antigua moneda de Alemania), marqués, media aritmética, millas, ministerio, entre otras equivalencias.

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