Realmente cabe pensar que aunque en Cataluña y en el País Vasco y en todo territorio nacionalista que pueda surgir...tengamos en ellos coaliciones o gobiernos constitucionalistas, el problema del particularismo siga presente y no logremos una auténtica unidad nacional. ¿ Realmente se cree que se anula más el nacioanlismo y se favorece la unidad nacional con una coalición PSE-PP, o el problema de fondo queda intocable de forma latente?. Desde luego que políticamente se anula más, ¿pero lo político anularía el problema o sólo el nacionalismo político?. ¿ El problema es el nacionalismo o este es consecuencia justamente del haber desprotegido la partes del todo que es España formado como una unidad dinámica para hacer algo?.
A mi, Rajoy o Zapatero, propiamente, me dan igual. Son la superficie del problema. La política tiene que ser forzosamente externa y tampoco se la puede pedir una pura verdad, más bien es absurdo y poco realista. Aunque no por ello, eso la deja libre de crítica de su actividad como pura sofistería cuando así se muestra.
Hombre, uno piensa que la actual, aunque sea, puede y debe ser más objetiva.
El problema, pienso, en cuanto al artículo de Agapito, no es tanto estar creando una España con 17 reinos de taifas, sino que aun cuando no tengamos más que a España, su unidad, puede llegar a ser es una unidad falsa con apariencia de auténtica unidad. España ya está dividida por dentro, en su fondo vital, particularmente. Y esta es la idea de Ortega, como bien se sabe. Aunque la hayan criticado tanto y tanto y tanto su planteamiento general y diagnóstico en España invertebrada, la verdad es que me fio más de Ortega que de lo que dicen cuando se critica a Ortega. Veo que simplemente, lo que dicen, no es lo que ha dicho. Además, no tenemos por qué hablar de todo el libro, hemos cogido ciertas tesis concretas.
En el fondo, mediante un gobierno nacional, que aparentemente es la solución, no hacemos realmente más que unir "todos aparte" aislados, ya particularizados, y a esa unión externa de "todos como tal aparte cada uno sin relación con el otro", creemos ya que es una verdadera unidad y la llamamos España. ¿ Pero este gobierno nacional lograría una unidad auténtica o el problema está más allá de la política de un gobierno nacional que no pacte ni tenga relación con nacionalismos?. Se puede negar lo dicho: no, no se trataría de crear una unidad de todos aparte aislados como una unión artificial. Justo en el momento de hacer política nacional, justo por hacerla de hecho, esas unidades individuales dejarían de serlo. Dejaría de haber particularismo. ¿ Pero el paricularismo se soluciona con un Gobierno o es algo más hondo el problema?. Quizá el gobierno sólo pueda dar consistencia unitiva a esas partes, pero no dejar de hacer que sean partes o se sientan particularizadas. Incluso puede resultar en cierto sentido contraproducente que se pretenda una unidad de lo que de por sí quiere ser parte. El problema es por qué cada parte quiere ser parte.
Pensar que quizá, no es todo una mera invención interesada de los nacionalismos, sino que estos mismos son síntoma de algo más hondo, que traduzcan en las falsedades externas de sus proclamas políticas, un fenómeno vital más profundo.
Puede que el problema de ese particularismo ya de hecho presente, sea más hondo que el problema político de un gobierno nacional. Es probable que esa unidad no se convierta al final más que en una unidad de "todos aparte" ya aislados vitalmente unos de otros. Puede que incluso intentar unirlos de una forma externa con el Gobierno de un partido, resulte atroz para España y se produzca una auténtica disgregación y enfrentamiento nacional, en una unidad que mantiene a cada parte que quiere ser parte, obligada a ser como las demás y estar unida. Puede que esa fuerza aplicada sobre lo que ya se siente de por sí un "todo aparte" estalle su deseo de independizarse. Y se provoque una veraddera confrontación o ésta se agudice más dentro de la "unidad nacional". Es decir, podría darse el penoso hecho de que incluso suponiendo gobiernos nacionales, en verdad siguiésemos teniendo, no ya nacionalismos, sino su auténtico fondo: particularismos en los que las partes del todo viven como todos aparte, y en caunto que en verdad sólo había partes ya hora uqeremos unirlas, produzcamos un mal mayor en España.
En esas partes, a cada cual no le importa la otro, ni se solidariza con ella, lo deja a su suerte, pues no hay un afán colectivo ni esperanzas mutuas. Cada cual es un todo cerrado que va " a lo suyo" y España, puede ocurrir que con este supuesto gobierno nacional, no fuera en verdad una unidad nacional como se creyera, sino una unidad artificial que obliga externamente a "todos aparte" aislados, sin una Idea de fondo o proyecto que lograr.
Y puede que ese deseo de particularismo sea debido a algo más hondo que la pura acción política externa de los nacionalismos. Puede que estos surjan cuando algo falta: como ya hemos dicho, un proyecto.
Hablemos de Ortega.....si no es ya lo que estamos haciendo.
Habría una conciencia general de España, una historia, unos valores, una política, una cultura, etc. Pero el problema es que la auténtica unión que agrupa sucesivamente los pueblos en un todo no es tanto unos valores ya presentes o un estático equilibrio para no romper la unidad, ni tampoco fundamentalmente un pasado, sino algo común que hacer. ¿Pero qué es esto común que a veces se llama destino?. No haría bien yo en repetir esta idea de Ortega, como hago, diciéndola mal. No tiene.....mucho estilo. Menos difamarla o vulgarizarla, como a veces se hace con él, y en general, con casi todas las ideas. Aquí es donde veo más viva la idea de este proyecto:
" Inventa Castilla grandes empresas incitantes, se pone al servicio de altas ideas jurídicas, morales, religiosas; dibuja un sugestivo plan de orden social; impone la norma de que todo hombre mejor debe ser preferido a su inferior, el activo al inerte, el agudo al torpe, el noble al vil. Todas estas aspiraciones, normas, hábitos, ideas se mantienen durante algún tiempo vivaces. Las gentes alientan influidas eficazmente por ellas, creen en ellas, las respetan o las temen. Pero si nos asomamos a la España de Felipe III advertimos una terrible mudanza. (...). Las palabras vivaces de antaño siguen repitiéndose pero ya no influyen en los corazones: las ideas incitantes se han tornado tópicos. No se emprende nada nuevo ni en lo político, ni en lo científico, ni en lo moral.
(...)
" La reacción primera que en el hombre origina una coyuntura difícil o peligrosa es la concentración de todo su organismo, un apretar las filas de las energías vitales, que quedan alerta y en pronta disponibilidad para ser lanzadas contra la hostil situación. Algo semejante acontece en un pueblo cuando necesita o quiere en serio hacer algo".
Se trata de ver qué es lo que España, hoy, puede y debe querer ser. Sólo quien vea esta vocación, individuo o colectivo, y tenga fuerzas, es decir, esta Idea la vea de forma viva y le levante para hacer algo...."materia nueva de hoy", de lo que hay que hacer, sólo quien así haga, puede realmente producir una auténtica unidad en España. ¿ Quién lo ha de inventar este proyecto? Quien vea clara la Idea. ( me permito decir yo). Y la idea, quizá sólo ha de venir en ciertas circunstancias históricas como ha señalado Ortega: situaciones de dificultad, circunstancias de una especial intensidad. O quizá no sea esto necesario y lo que se debe ser, es siempre nuevo y actual en cada momento, siempre está vivo, pero falta precisamente darse cuenta clara de ello. ¿ Pero quién ha de hacer este proyecto, en tal caso?. Ortega es claro: quien sea capaz: de verlo y de organizarlo, y de contagiar su espíritu. Y no todos lo son. No, no pongamos a todos por igual. "Castilla ha hecho a España y Castilla la ha deshecho", dice.
Queda muy bonito y muy diplomático decir que todos pueden ver, planear y organizar un proyecto común, pero es falso. Pocos, y en cuatro siglos, nadie. Déjémonos de florituras. Vayamos a las cosas.
Por otro lado, esto es política y análisis sobre el Gobierno y la oposición, fundamentalmente. Tampoco se trata, en cierto sentido, de comentar un artículo de Agapito crítico con el Gobierno, por ejemplo, saliéndonos de la pura coyuntura, aunque no obstante, es el sentido de fondo visto, el que se comenta. Es comprensible esta idea, pero no obstante, también tiene un sentido justo decirlo cuando no se acostumbra a encontrar por ningún lado lo que parece ser el problema grave.
Simplemente creo que va a cierta dimensión principal del asunto, y no porque esté dicha ya por Ortega, aunque criticada de una forma muy general, y se repita ahora como haciéndola de algún modo valer, se anula. Si no es verdad , ¿ cuál es?. ¿ Alguien puede dar un esquema de ideas concreto sobre el asunto que sea una idea clara del msmo y convincente?.
Está claro que hay mucho interés de por medio nacionalista, y que probablemente el ancioanlismo en caunto tal no sea sino esto, ¿pero es todo un mero interés y servicio a su ambición o precisamente ese interés particular y ambición tiene una causa más honda que ay no está en eos nacioanlismos, sino que son su consecuencia?, ¿ Y cuál es?. Y si de lo que se discute tiene esto como razón última y es la que "soluciona" o abre el problema, aunque esté dicha....¿ por qué carecería de sentido volverla a repetir?.
Ya se sabe y ya se ha leído estas ideas muchas veces tan de sobra conocidas. Pero no puedo resistirme a poner escrito el asunto que considero que es el que está de fondo. Simplemente tiene un motivo para mi decirlo: decir lo que encuentro más cierto en todo lo que veo y oigo sobre el problema.....O, por lo menos, recordarlo. Nada más. A uno le gustaría poder encontrar una idea propia rigurosa, pero tampoco se ven muchas realmente sólidas que vayan a este fondo. . Como ya dice Ortega: " Todo el que en política y en historia se rija por lo que se dice, errará lamentablemente". En fin, todo sea por intentar decir lo que se cree...Real.
Ah,
Quien le apetezca puede mirar la respuesta que le dirijo a Alef sobre la cadena perpetua. El escrito es largo ( si es que lo han publicado), pero no obstante, creo que puede ser interesante. Ahí queda. Quizá yo ya haya hecho lo que tenía que hacer, por ahora. Decir algunas ideas propias y recordar....lo cierto. Si es que lo es. Un saludo a todos los compañeros del foro y a Agapito Maestre, en especial.
"Nada desearía más el líder del PP que poder gobernar con los nacionalistas. Eso es todo."
Es que no hay más. Aznar, cuando en su primera legislatura se "justificó" de sus pactos con CiU con aquello de que no tenía mayoría parlamentaria, y como consecuencia de ello defenestró al Sr. Vidal Quadras, a muchos nos dejó con el ánimo "tocado"; pero hicimos de tripas corazón, en un alarde de comprensión de la Aritmética, con la esperanza de que llegado el momento de no necesitar a aquellos, por fín, veríamos una partido nacional, haciendo política nacional y, de ese modo le renovamos el voto en la segunda legislatura.
El drama llegó, sí, fue drama; porque para los que nos afecta directamente el peso del nacionalismo, éste es un drama diario; porque alcanzada la mayoría absoluta, bien es cierto que no pactó con el nacionalismo, simplemente se le dejó ahí, en su guarida, a penas unos gestos teatrales de desprecio los que mostró Aznar hacia el nacionalismo en su legislatura segunda, mayoritaria; pero, poco más...¡teatro!
¿Que Rajoy anhela pactar con el nacionalismo?, no lo sé, imagino que todo hombre desea levantar el cetro por sí mismo, a los hechos me remito sin embargo, para constatar que Rajoy no está por la labor de nada con visos de carácter nacional: En Valencia, una política lingüística similar a la catalana; en Andalucía, el Sr. Arenas elabora un estatuto con mimos nacionalistas cuando rinde "homenaje" al botarate de Blas Infante; en Galicia, en Baleares... suma y sigue.
De todas formas, mi percepción, no es que Rajoy sea rehén de Zapatero, es que Rajoy y Zapatero son rehenes del nacionalismo, y, más precisamente, del nacionalismo catalán; no hay que olvidar que Zapatero se erige lider del PSOE gracias a Maragall; la segunda legislatura de Zapatero se consuma gracias a la andanado de votos que recibe del PSC, quién se ve espoleado a esas cotas de votos por un aumento de su discurso nacionalista, recuerden una de las últimas frases de la Ministra de la "pacificación y del amor", la señora Chacón: "escuchad la COPE para que veais lo que nos jugamos". Evidentemente, refiriéndose al discurso de color nacional que desde la emisora se reflejaba.
En fin...tampoco, aquí en el Oasis, renunciamos al "Ojalá"