La 50 Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo se llevará a cabo del 27 al 31 de marzo, en medio de una crisis financiera que como una bestia ha mostrado la magnitud de su mordida. Una crisis devoradora de millones de empleos, no sóo en las naciones ricas, sino también en nuestros países agobiados por un alto porcentaje de población que aún vive con menos de 4 dólares al día, o sea, en extrema pobreza. Así, la bella ciudad de Medellín, sede de la Asamblea, tiene la ardua labor de deslumbrar, distraer y entretener a los banqueros, personalidades de Gobierno y empresarios que llegarán agobiados por "la bestia" de la actual crisis económica mundial.
Luis Alberto Moreno, presidente del BID, no se equivocó en su selección de la pujante y amable Medellín como sede. Los antioqueños, conscientes de su responsabilidad como vitrina de Colombia, han acicalado su ciudad como a una hermosa mujer para recibir a su amante. Ya están brilladas e instaladas las palomas de Botero en el Centro de Convenciones, los museos y el acuario están impecables, el Orquideograma y demás jardines están florecidos, en fin, no ha faltado detalle.
Los centros comerciales entrenaron personal, parlante en diferentes idiomas, para recibir a los representantes de 48 naciones que asistirán a la Asamblea, además de invitados especiales, entre los que se encuentra el expresidente estadounidense Bill Clinton, declarado amigo de Colombia.
Hasta los taxistas y los conductores de autobuses han recibido instrucción básica en ingles: "Welcome to Medellín". No es poco el dinero que el evento dejará a la ciudad. Se calcula que cada uno de los más de 4.000 invitados gastará un promedio cercano a los 400 dólares diarios.
Sin embargo, toda la belleza y entusiasmo de Medellín no logrará ocultar las malas noticias económicas. Los preocupantes temas que se discutirán en este foro son los que estamos escuchando, repetitivamente, en todos los foros y de todos los gobiernos en los últimos meses. La contracción del crédito en las economías más ricas causará una sequía de crédito hacia las naciones más pobres. Se discutirá la reducción de la demanda de materias primas. El tema central, seguramente, será la pérdida de empleos que causará un aumento de la pobreza, que afectará a entre 2,8 y 12,7 millones de latinoamericanos, según la duración y profundidad de la crisis.
Podemos contar la preparación y belleza de Medellín. Con lo que no podemos contar es que el ambiente sea festivo o con que los asistentes regresen felices a sus casas, en medio de tantas malas noticias económicas.