Brillante y certero artículo . Me confieso inculta respecto a los clásicos , pero por circunstancias que no vienen al caso , he experimentado personalmente que " cada cual manda allí adonde tiene poder para ello "
Mi pregunta es la siguiente : cual és la solución ?. A quién votamos ? Está la sociedad española preparada , madura ... o por el contrario , nos hemos de someter a los tiranos de turno ?
"Oigo y veo la palabra justicia por todas partes. Está vacía de contenido. Desgastada." dice ud. ¿De qué iba a estar vacía? Otra cosa sería hablar de la naturaleza del contenido. Pero algo que está vacío, por narices, no tiene contenido. ¿No le parece? Que esa penosa frase la diga un locutor deportivo, pongo por caso, pués bueno.. Pero ...
Contundente e inapelable.
Lo malo que lleguemos a Tucidides III.70 ss. La guerra civil en cada ciudad.
¡Eso es hablar claro!. Es más, yo creo que los afeminados ciudadanos de Melos, es decir, los españoles, tendrían que aprender más de sus políticos. El cinismo es muy pedagógico, y este es el modo de aparecer, como bien señala Agapito, de la política realista. Llevemos lo que se dice en este artículo a modelo de comportamiento civil. ¡Seamos todos unos cínicos desvergonzados!. Yo lo seré ahora y por eso me masturbaré así en la plaza pública:
Lo que encontramos aquí es por primera vez una auténtica defensa experimental,-ensayística-, de la Tiranofilia, esto es, de la política realista que mostró su justa verdad, como señala Agapito, con los habitantes de la isla de Melos: ejecutándolos y esclavizando a sus mujeres,. Y esto es justo y necesario. Esta defensa es el primer paso para poder llegar a hablar de auténtica justicia: mirar a lo que hay y dejarse de autoengaños. Nuestra actualidad es ateniense, en los perfiles políticos actuales podríamos llegar a ver con un poco de esfuerzo el torso de Alcibíades, la línea de Darío o la huella de Akenatón....por ir más lejos. Es decir, estos míticos gobernantes de estelas legendarias se aparecen encarnando la verdad de nuestra propia actualidad política.
Por eso, dejémonos de flaquedades propias del sexo débil, de mujeres que aquí no cuentan ni han contado para nada en verdad nunca, como bien sabemos. Hablemos en las horas cumbres, cuando se decide un destino, cuando algo importa de verdad, como Pericles ante Melos: realistamente. El único justo que hay en España es quien tiene el poder, es decir, Zapatero, pues no hay más justicia real y auténtica que la que da máximos poderes a quien así los tiene. Lo demás es ser un Idiota político neutral. Es decir, no un melo, sino un Memo. Y es necesario y bueno, por ejemplo, que haya unos seres al servicio de otros. Y que éstos lleguen a morir, incluso, por los primeros.
Esta es la gran verdad que nos dejó en su máximo ejemplo el régimen esclavista, un régimen que desgraciadamente desaparecido, salvo en los países que por fortuna sigue vivo, nos transmite un profundo sentido cuyo significado ni alcanzamos a valorar, ni queremos Ver hoy. Contiene toda la profunda sabiduría de la Naturaleza y el auténtico secreto de la política si se hace de esta lo Único "que hay que hacer" en cada pueblo: el dominio absoluto, justo, de quien tiene el poder máximo.
Que la única justicia en la pura realidad sea la del fuerte puede no ser el modelo espiritual más humanizador de la Tierra. Vale, sí, sí, lo podríamos llegar a admitir. Pero la justicia que pensamos tiene que haber, su sentido auténtico, como dice Agapito, está completamente muerto. Y lo está por ciertas almas pequeñas que pervierten el sentido original de los conceptos. Estos seres transforman la Idea prístina de oro que nace en una época ( justicia, libertad,...) y ha de fecundar como cultura a la Historia venidera, la convierten en chapa barata de hierro oxidado, haciendo sordo, el agudo y delicioso tintineo de sus comienzos.
¡ Démosle a la justicia moribunda y falsa un decidido y caballeresco estoque de torero como se lo da éste al mísero animal vencido ya en la arena!. Con una mano en la cadera y mentón soberbio démosno un heroico final con esa masa negra indigna de existir, es decir, acabemos ya con esa justicia bárbara predicada por todos y tan oída que ya no tiene el sello del hombre aristocrático: el ganadero, el pastor de su ser, o más que ello, su cazador libre y aventurero.
Zapatero está practicando en España con su política la doctrina de la derecha sofista de todos los tiempos, es decir, la que dice algo tan sencillo y sano como: el que tiene el poder manda y el que no, lo padece. Así de claro y así de simple. La única misión es el éxito. No hay más. ¡ No se aspavienten los que no ven otra cosa que esto!. En verdad ya lo saben y he ahí su falso y pérfido gesto. Matar al adversario, si se pudiera, y alcanzar la hegemonía absoluta consolidando el poder sobre las masas es el único proyecto político de España. Debe hacer el PP lo mismo cuando gobierne, un buen partido debe hacer desaparecer de la escena a su oponente.
Que critiquemos todo esto, bien, es lo que se pretende con toda esta Antiironía cínica, pues el artículo, no va de otra cosa. No obstante, la política real nos muestra una cosa:
-Un modelo ético: el cinismo desvergonzado, cinismo moralmente más elevado que la ruborización del alma pura que sabe de hecho lo que hay pero hace como si no lo supiera para no dejar de tener continuamente una oportunidad de criticar a su rival político, como dice Agapito. En verdad, no le interesa alcanzar ningún Ideal de justicia ni hacer avanzar su Historia, si es que tal cosa es posible y yo lo creo, simplemente se sirve de él para seguir practicando la misma degeneración presente, o legitimando el mismo sometimiento, pero de una forma escondida. Frente a él tenemos un bello tirano que actúa como tal, o un político honrado que abusa de su poder sin autolimitarse. Y no hay más.
ados,
Por curiosidad, ¿usted es sientífico? (la "s" no es un error). Lo digo por esa digresión que hace sobre el vacío.
Mire, hay cosas que crecen sin fruto, o que se malogran; sin embargo, no por ello desaparecen o se tornan una irrealidad. Así, de una persona sin principios morales, éticos, o conocimiento alguno y, en definitiva, alejado de lo propio del ser humano (no del progre) , suele decirse de él: "esa persona está vacía", y a nadie, salvo a usted, se le ocurre pensar que efectivamente ese ente ha sido despojado de todas las visceras y ni tan siquiera alberga el vacío cuántico (concepto que le adelanto que existe; más aún, y temo inducirle al insomnio esta y sucesivas noches, pues señor ados, el concepto de fluctuación del vacío cuántico, al menos para el físico es una realidad. En fin, explicarle el sentido de que en el vacío se producen fluctuaciones -cuánticas- me llevaría un poco más de tiempo y, como comprenderá no le quiero tanto).
En cualquier caso, el hecho de que usted no tenga acepciones figuradas para las palabras o conceptos en su acervo intelectual, no es sino una muestra de vacio mental (es una forma de decir, ya me entiende)