Estas excursiones a Bruselas, presuntamente pagada una parte de ella con fondos públicos directos, indirectos y circunstanciales, es una sandez de tal calibre que incluso gente de su cuerda la han criticado abiertamente. Si siguen así es probable que pronto muy poca gente les hagan caso, salvo seguramente TV3 y demás medios del Movimiento. De locura en locura hasta la derrota final.
Y de los que fueron a Bruselas, no dudo por un momento que unos cuantos irían ordenados desde el mundo nazionalista vasco y tal vez también gallego.
Ellos son basura, pero peor aún son aquellos que negocian con ellos y peor, hacen omisión de deber de la Ley con tal de seguir en la poltrona.
O sea, que al plan soberanista no lo apoya el 84% de la población de Cataluña y aún así se obcecan en exigirlo en Bruselas. Esto es un mundo de locos de atar. ¡Pero qué les habré hecho yo a estos independentistas para que me odien in conocerme, Dios mío!
Con lo bien que se vive en el estado del bienestar social, con los impuestos de los demás.