Por mi parte, para hundir España prefiero el PSOE: NUNCA MÁS VOTARÉ AL PP. Es más, dado el muy alto rendimiento de una sola diputada de UPyD en el Congreso, votaré a la Sra. Rosa Díez. Vale mucho más su voz y su posición moral que cientos de culiparlantes partitocráticos del PP actual. Lo digo como liberal, porque sabemos que, antes del problema del TAMAÑO del estado está el problema de TENER O NO Estado, y lo estamos perdiendo. Sin Estado Nacional, sin España, no hay igualdad jurídica, que es la primera condición de la libertad.
Por cierto, ya que ha citado a un famoso "agradaor", me gustaría recordar a otro que creo que ya falleció: el "Diamante Blanco". En alguna ocasión llegué a coincidir en algún tendido con él y tampoco recuerdo que insultara o increpara a nadie que no estuviera de acuerdo con las faenas de los toreros en cuestión.
A nuestros políticos les encantan los “agradaores”, principalmente los mediáticos aunque también los surgidos de sus votantes. El problema es que en unos casos el motivo de esos elogios es un determinado precio, lo cual es infame y, en otros, el motivo es la falta de criterio, lo cual es triste.
Saludos,
Il Consigliere
Está claro que este anciano señor añora aquellos tiempos de las “adhesiones inquebrantables”. Los dirigentes del PP, como los del resto de partidos españoles, pretenden tener un rebaño de votantes y no se dan cuenta de que a una buena parte de ellos no sólo les mueve el votar contra algo o alguien sino que esperan un proyecto con unas ideas y unas personas para llevarlo a cabo que les convenzan. Se trata de personas informadas, que contrastan opiniones y diferentes formas de presentar una noticia, personas que tienen espíritu crítico y que no van a aceptar todo lo que se les presente por el mero hecho de provenir del partido al cual se sienten más próximos; esos votantes elogiarán o reprocharán las acciones del partido al que han votado sin importarles las consignas que se lancen desde la dirección.
Por otra parte, es indudable el éxito del PP en las elecciones gallegas. De cara a las próximas elecciones europeas, cabe esperar que después del esfuerzo del señor Rajoy en esa campaña no se tome un excesivo tiempo de descanso, pues ya se sabe de la “reconocida” capacidad de trabajo y sacrificio del actual presidente del PP.
Arena de otro costal es el resultado del PP de las elecciones vascas, no se puede calificar de otro modo que de fracaso con el ¡¡30%!! de votos perdidos. Y quizás lo más grave es el conformismo con el que lo han asumido, quizás porque esperaban algo todavía peor. Simplemente se quejan y desprecian los votos que les ha podido restar UPyD y ven normal los votos que han ido a parar al PSE (ya se sabe, duro con el pequeño y suave con el grande, como los malos árbitros de fútbol). Se escudan en que ahora sus escaños son menos pero más decisivos, pero por qué no piensan en que serían igual de decisivos si en vez de 13 escaños tuvieran 15 o 16 (y, por tanto, más de 200000 votos) y el PSE 23 o 24 en lugar de 24 o 25; quién no se consuela es porque no quiere y el PP vasco lo hace hasta con 65000 votos menos.
Y además la posición que ha adoptado Basagoiti lo va a tener cautivo políticamente puesto que ha dicho que va a primar el cambio por encima de todo. Por tanto, con su apoyo al PSE pretende que haya un gobierno vasco con más carácter “constitucionalista” (como se dice ahora), aunque viendo a López y Rodríguez Z. yo lo calificaría, en todo caso, de “menos nacionalista”.
Y finalmente me gustaría recordar que no hace mucho tiempo el PP abogaba por dejar gobernar a la lista más votada y parece que en el País Vasco el PP no lo va a permitir. Creo que es necesario algún tipo de cambio en el País Vasco pero mirando al funcionamiento general del PP me gustaría que tuviera más coherencia en sus proclamas. Me parece que en este caso (el del PP vasco al PSE), sí que va a ser una “adhesión inquebrantable”...
Si es que esto de la política es un mundo aparte. Sólo en la política se da el paradójico caso de que todos ganan, pero no porque hayan conseguido un objetivo común para la sociedad a la que dicen representar. Alguien podría pensar que en un partido de fútbol si uno gana, el otro también puede ganar. Pues parece ser que nos equivocamos. En política tu puedes jugar un triangular y a la hora de recoger el trofeo de campeón te encuentras con los tres equipos en lo más alto del podium. Y lo del líder del PP ya es de nota. Resulta que aparece en los medios de comunicación exultante diciendo que sólo le han metido cinco goles, cuando en temporadas anteriores eran capaces de mantener la portería a cero. Habrá que ver si el PP juega el año que viene la UEFA, la Champions, o lucha por no bajar a segunda, porque encajando tantos goles muy lejos no se puede ir.