Yo no afirmaría tan rotundamente que ello sea ciencia ficción. La prueba es que se reflexiona sobre ello. Suponiendo que España sea dueña de su destino, lo cual es mucho suponer, se me ocurren un par de escenarios alternativos.
Sin dar por finiquitada la Segunda Restauración, esto es, con Felipe VI como monarca, se podría llegar a un escenario en el que se detuviera el avance de las autonomías (pufo vasco y estatut) y se recuperasen para el estado competencias como pudiera ser la Educación. Para ello creo que sería imprescindible la desaparición de los partidos nacionalistas. El cómo hacerlo, que se lo pregunten a Pepiño, cuyo partido es experto en asuntos de fagocitación.
Lo de la monarquía confederal que tanto se menta, perdónenme, pero me parece de chiste. Ni que estuviésemos en plena edad media bajo los dominios del Sacro Imperio Germánico. Una confederación de esas iba a durar lo que un caramelo a la puerta de un colegio. Al final acabaría en tres o cuatro repúblicas (Gal-Eus-Ca) cuyo único dilema estaría en ver si la frontera de Castilla (o como quieran llamarlo) con Francia fuere a abarcar 0 ó 300 kilómetros. Y por supuesto el sistema ya sí que sería una III Républica, sin Bourbons y sin partidos centrífugos.
Ése es mi doble para la casilla de España en la quiniela del Risk.
Por cierto, es un lujo eso de poder comentar los artículos de opinión.
Desde el momento en el que la Constitución prohibe el mandato imperativo y los partidos lo ejercen sin piedad, desde ese momento la Constitución de 1978 dejó de tener importancia reguladora. Desde el momento en que la Constitución obliga al funcionamiento interno democrático de los partidos y el dedo de Aznar designó a Rajoy, desde ese momento la Constitución de 1978 dejó de tener sentido: ya nadie le hace caso en nada. Desde el momento en que tuvimos 17 leyes de costas distintas, desde ese momento la Constitución dejó de ser útil: ya sólo es un estorbo para el desarrollo de la legislación autonómica. Desde el momento en el que el Tribunal constitucional dictaminó que los ciudadanos no puede legir la lengua oficial en la que desean que sean escolarizados sus hijos, condenado al 33% de la población de España a no estudiar en su lengua nativa, que es la lengua oficial común del Estado Español, desde ese momento dejó de exisitir España. Si vd. no quiere verlo, puede taparse los ojos. No se trata del futuro. Se trata del presente: hic te nunc.
Sólo una corrección que hacerle, D. Jorge: en realidad el "Ciclo de Trántor" es una trilogia dentro de la saga de la Fundación que son 16 volúmenes. La componen "Fundación", "Fundación e Imperio" y "Segunda Fundación". Los fundamentos de la psicohistoría se explican en Fundación 0a ("Preludio a la Fundación) y Fundación 0b ("Hacía la Fundación"). Y comentarle que el concepto de "psicohistoria" no es nada original: en realidad es marxismo puro y duro.
Jorge, siempre coincido con sus valoraciones, que lamento no se prodiguen más en LD. No obstante, y aun aceptando el principio de que no hay estrictamente leyes históricas, pues dijo Popper el mundo humano introduce continuamente factores nuevos y se hace imposible el pronóstico a medio y largo plazo (lo cual es el cientismo en el que cae Asimov con la psicohistoria), en éste caso, como dice jaime_ba, no es futuro de lo que hablamos, es el AQUÍ Y AHORA: la segunda Restauración, tal y como fué concebida (parida, más bien), ha muerto. Y, al traicionar su porqué, según el concepto de legitimidad de Ferrero, ilegitimidad llama al miedo y el miedo a la violencia, en acelerada espiral. Según la visión de Voegelin, habiendo YA dejado de ser el gobernante representante existencial de la sociedad española, y siéndolo sólo formalmente, no tardará en surgir un representante existencial, que podría no ser tan legal... En cualquier caso, transtornos, y eso en un mundo acercándose a su presión de vapor en muchas ollas (si conoce el concepto en física, es cuando nos acercamos a la ebullición, si no cambia la presión externa: cambio de estado, que siempre es impredecible un momento antes). No es historicimo, es el ahora mismo.