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Ocho siglos os contemplan

¿Podemos imaginar un mundo en el que no hagan falta universidades de élite? ¿Un mundo en el que no se necesiten cerebros? Si Cambridge ha sobrevivido a tantos siglos de analfabetismo generalizado, ¿qué puede esperar ahora sino prosperidad?

paserifo dijo el día 27 de Febrero de 2009 a las 08:44:

Me encanta esa frase final.
Lo bueno si breve, etcétera.

Al hilo de lo que dices de las élites y del prestigio y del modo de hacer las cosas de las Universidades que mencionas, se me ocurre una cuestión que quizá te resulte interesante.

Esto del prestigio, de la tradición (la buena), de la competitividad y de la excelencia académica son conceptos denostados –y, por lo tanto, desterrados cuando no apresados y arrojados al fondo del calabozo más horrible y oscuro que se pueda imaginar– por las autoridades educativas españolas, siguiendo el catecismo impuesto por la progresía más rancia de todos los partidos políticos. Aquí, si ves a alguien que se destaca por su buen hacer o por su evolución, seguramente se deba más a que le han dejado meter un poquico la cabeza los caciques de su facultad, más que a su mérito académico y a sus conocimientos. En mi opinión, esta situación patética tiene su origen en la atroz LOGSE de la cual yo fui una de sus primeras víctimas. (Still healing the wounds, btw.)

Como a España todo lo de fuera llega tarde y pervertidamente –esta proposición la considero apodíctica, aunque admito discusiones– ocurre que los problemas del sistema educativo que se originaron hace muchos años en países como USA, UK o Francia gracias a los trastornos mentales de una generación de psicopedagogos infatuados, seguramente empiecen hoy corregirse un poco. Esperemos que no sea tarde. Pero como decía, a España llegaron tarde estas retorcidas teorías de la nueva educación: el relativismo como axioma (oxímoron donde los haya), la obligación de aprender las cosas prohibiendo la memorización (doble salto mortal sin red), o la aversión de la competición estudiantil –no vaya a ser que algún chaval se quede el último y coja una depresión; mejor todos igual de necios y que juegen mucho al fútbol–.

Tras este largo rodeo –por el que pido perdón a quien haya llegado hasta aquí– voy a comentar mi verdadera cuestión. En los caros libros de texto (es un decir) que he sufrido a lo largo de los años, he visto que hemos pasado de los escuetos libros de BUP y COU que mi hermano mayor usaba con fruición, en los que había más texto que ayudas al estudiante, a los libros llenos de esquemas, resúmenes, introducciones más extensas que el tema, cuadros sinópticos, ideas fundamentales (resumen del resumen)... y del tema en sí, no quedaba sino unos abrumados renglones agorafóbicos, mal encuadrados y, a veces, con faltas de ortografía (por no hablar de la pecaminosa redacción.) Y esto que digo se puede observar en libros de todas las materias, de todos los autores, de todas las editoriales, y en todas las Comunidades Autónomas.

Ahora viene mi pregunta: ¿sabrías decirme si este estilo de libro de texto sigue existiendo en EE.UU. o en Inglaterra? ¿Quizás ya han superado esta moda absurda y han vuelto a los textos que deben ser exprimidos y triturados por el esforzado estudiante, quien el instituto con el cerebro en plena forma para enfrentearse a la Universidad? ¿O quizás la situación ha empeorado, y, lógicamente, aún vamos a recibir más miseria educativa en esta desfasada España (desfasados desde Trafalgar, y seguimos contando)?

Me callo. Lamento haber lanzado un comentario tan extenso a los pobres lectores que van quedando. Perdón. A veces me emociono y pienso que esta Red lo aguanta todo, y quizás no sea así.

Salud y adiós.
Miguel