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Javier Somalo

LD o la resistencia

Pero si estorbamos –y lo hacemos a izquierda y derecha– es porque influimos. Pues nuestra intención es seguir haciéndolo cada vez más.

Han pasado tres meses de intenso trabajo con la pequeña redacción mermada por la crisis. En plena madrugada del día D, ese en el que hay que pasar de un barco a otro con la mar embravecida, o sea, el día en el que cambiábamos de diseño, sonó el teléfono: Luis Herrero ha desaparecido en Venezuela, se lo han llevado en volandas por decir cuatro verdades sobre el Gorila Rojo. Los datos de la primera crónica son de César Vidal, que tampoco duerme. Pues a contarlo; primero desde la Vieja Libertad y luego con la Nueva si todo va bien.

Ya no se nos olvidará la fecha. Si a Luis le había ocurrido algo serio –estaba literalmente secuestrado, es del PP y encima de la COPE– evidentemente lo último que importaba era el nuevo diseño de LD. Afortunadamente el del pincho-tortilla y caña salió ileso, como acostumbra, con la palabra en la boca y convirtiendo su indignación en titular, que para eso es periodista. "Luis Herrero" ha sido el primer nombre propio que ha aparecido en esta nueva etapa de nuestro periódico. Y como la noticia era un desenlace feliz sin síndromes de Estocolmo, con valentía, ya nos parece el mejor de los comienzos. En esta primera semana tendremos oportunidad de ofrecer más detalles de ese secuestro, denunciaremos las excusas del Gobierno para no incomodar al socio bolivariano, vigilaremos si el esppejismo de Génova funciona también con Luis, buscaremos la carta de apoyo de Fidel en Pravda o lamentaremos una vez más que el por qué no te callas acabara en almuerzo mallorquín. Es decir, que seguiremos haciendo lo mismo que antes de la nueva LD. Porque para eso nació este periódico, hace ya nueve años.

Que molestamos y mucho lo confirman la media docena de ataques informáticos que hemos repelido en las tres últimas semanas. Desde servidores de Canadá, de Estados Unidos y de Filipinas. ¿Razones? Quizá nuestro declarado anticastrismo, nuestro apoyo a Israel frente a los caníbales de Hamas, nuestro osado e insistente recuerdo del 11-M. O que le pongamos orejas de Mickey al Ché, que recordemos frases y discursos del pasado, que tengamos memoria... Vaya usted a saber. Pero si estorbamos –y lo hacemos a izquierda y derecha– es porque influimos. Pues nuestra intención es seguir haciéndolo cada vez más. Con más vídeos de nuestra hermana tele, con más noticias, con más opinión. Y, por qué no, con más ganas tal y como está el patio. Gracias al ímpetu de una pequeña redacción que no mira el reloj, al esfuerzo en estos meses de Daniel Rodríguez Herrera y Fabián Barrio y al aliento diario de Javier Rubio, Libertad Digital –más guapa– seguirá haciendo lo que sabe hacer: Resistencia.

P.D. Mensaje para los adictos a las dictaduras tropicales: Si a Luis –eurodiputado– le han arrojado a un avión rumbo a Sao Paulo después de secuestrarle, ¡qué harán con los venezolanos! Nosotros siempre lo hemos contado. Hasta el Rey se enteró.

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